El ayuntamiento, dispuesto a negociar con los propietarios la cesión de la cabina del Chicharra
Las conversaciones están rotas tras negarse los propietarios a vender la pieza o a cederla en las condiciones solicitadas por el consistorio
La edil de Cultura, Elena Benítez, y la directora del Museo Arqueológico, Laura Hernández, han comparecido para informar de la situación en la que se encuentran las negociaciones sobre la cabina del tren número 20 del Chicharra, tras hacer sus propietarios unas declaraciones donde critican al ayuntamiento por desatenderse de la misma.
En diciembre de 2016, apuntaba Hernández, “los cuatro propietarios la adquirieron en Valencia por un importe que desconocemos y dijeron que la restaurarían, pero la empresa que iba a llevar a cabo la restauración, al ver lo compleja que era, se echó atrás y la cabina quedó más de un año en un almacén”.
Tras ello, los “propietarios pidieron ayuda al ayuntamiento para sacar adelante la restauración, y el ayuntamiento lo atendió, pero reclamó un compromiso por escrito para poder exponer dicha pieza en el futuro Museo de la Ciudad”. Finalmente, añadía la directora del Museo, en octubre de 2017 se firmó un convenio de cesión por 5 años, valorando la pieza en 12.000 euros y asumiendo el ayuntamiento los costes de su exhibición. Además, el ayuntamiento aportó 6.000 euros para la restauración, pero después se comprobó que harían falta al menos 10.000 más para trabajos de chapa, pintura, carpintería, cromados, etc.”.
Es a partir de ahí cuando surgen las discrepancias, al entender los propietarios que es el ayuntamiento el que debe asumir íntegramente los costes de restauración, pero el consistorio entiende que esa inversión, a la que “habría que sumar las obras necesarias en el Museo para poder exponer una pieza tan grande”, exige otras características, y por ello se ofreció a los propietarios “comprar la pieza o una cesión a 50 años”, a lo que los propietarios contraofertaron proponiendo una cesión “a 15 años”. En ese punto quedaron estancadas las conversaciones, llegando uno de los cuatro propietarios a abandonar la reunión.
No obstante, desde el ayuntamiento se quiere subrayar que “seguimos dispuestos a dialogar, porque entendemos que es bueno que esa pieza esté en Villena, pero si no hay opción de compra ni de donación, entendemos que debe hacerse una cesión bien hecha. No vale con la palabra, sino que fijar todo por escrito, y teniendo en cuenta que el ayuntamiento invertiría mucho dinero de todos los ciudadanos –restauración, adecuación del edificio, costes de exhibición y conservación– en algo que no es suyo, por lo que entendemos que el plazo debe ser lo suficientemente largo”, explicaba Elena Benítez.