El Bando
Hacía años que no escuchaba yo un bando del alcalde de Villena. Ni siquiera me acuerdo si lo he escuchado realmente o me lo han contado. Sí que recuerdo vagamente haber leído, en las urnas esas negras que había antes por la calle, algún que otro bando referido sobre todo al pago de los impuestos o la recogida de basuras.
La verdad es que a mí eso de los bandos me da un poco igual, sobre todo estos modernos. Porque otra cosa sería que la alcaldesa se hubiera decidido de verdad a recuperar los bandos tal y como eran antiguamente con trompetilla incluida, en plan Andrés Pajares o Fernando Esteso. Vistiendo a algún funcionario de pregonero o, si el ayuntamiento no tuviera personal, la alcaldía podría haber contratado algún familiar. De todas formas, ya que la oposición la está criticando por eso, qué más le da a la alcaldesa tener pintor en la corte que tener pregonero. Pero puesta a recuperar tradiciones que recupere los bandos como Dios manda, con uniforme y trompetilla. Y que el susodicho en cuestión fuera recitando el bando, por cada uno de los rincones de este pueblo, a toque de trompetilla. Eso sí que tendría un atractivo turístico importante, eso sí que sería para que nos sacaran de nuevo en la tele.
Pero este bando, la verdad, es que ha quedado un poco soso, porque daba lo mismo que en vez de llamarle bando le hubieran llamado nota de prensa, que es lo que se dice ahora y queda más moderno. De su contenido ya ni les cuento, y no es por criticar, que seguro que alguno ya está diciendo que todo me parece mal, pero ya que se ponen a hacer un bando, la verdad es que le podrían haber puesto un poco más de ganas, sobre todo si lo que se quiere es que el pueblo participe donando cosas para el futuro museo.
Lo dicen de una manera que parece que en vez de pedirte un favor te estén poniendo una multa. Y lo cierto es que a mí, si me lo hacen atractivo, soy capaz de llevarles la casa de mi suegra entera, que está llena de cosas viejas. Pero así de esa forma tan sosona pocas cosas van a conseguir para el museo. Aunque quién sabe, a lo mejor lo que realmente quieren es que no les llevemos nada al museo, pero nos lo dicen así de tapadillo como quien no quiere la cosa, para quedar bien. Porque imagínense por un momento si todos los de Villena nos ponemos las pilas y empezamos a llevar cosas viejas, no quiero ni pensar la de casos y cosas que podríamos llevar, desde lavadoras, radios, picús, vestidos y vecinos. Yo desde luego en cuanto leí el bando empecé a pensar si el museo ese que quieren hacer no será el sitio ideal para mi vecino el del primero. Él seguro que estaría encantado de que lo llevaran allí, a un sitio elegido por la alcaldesa. Les aseguro que podría cumplir un papel excelente contándole a la gente cómo ve él la vida y las relaciones con sus vecinos. Nada les digo del éxito que tendría con la gente si le dejaran contar lo que piensa de los aparcamientos subterráneos, de los trasvases y de la plaza de toros.
Qué quieren que les diga. A mí estos bandos no me hacen tilín y ya que se han puesto a recuperar tradiciones, como la de meter en el ayuntamiento a sus amigos y conocidos, podían haberlo hecho con más gracia y salero, para que volviéramos a ser noticia mundial.