El cartelito del Pare/Siga
Puesta por delante mi ignorancia en ciertos temas burocráticos, así como en asuntos de legislación y competencias, no puedo contenerme en cambio a la hora de pensar, observar y pensar, lo que espero que me libre del cuñadismo para llevarme al menos al terreno de la Opinión. Y no puedo por menos que pensar, observar y pensar, tras las declaraciones que nuestra responsable municipal de Policía, Esther Esquembre, realizó la pasada semana acerca del problema sobre los itinerarios escolares. Palabras con las que no vino a decir nada pero que dibujaron claramente el aparato burocrático que ha crecido y se ha hecho fuerte a nuestro alrededor. Aparato que también atañe a quienes lo dirigen.
Parece que resulta una tarea tan ardua como parsimoniosa la de cuadrar los horarios de nuestra Policía Local con los nuevos horarios de salida de los colegios que optaron por la jornada continua (falta de personal, falta de presupuesto, modificación de turnos de entrada y salida, etc.). Porque la tarea en sí no reviste aparentemente una gran complejidad, salvo en el caso del puesto a la entrada del colegio de El Grec, donde se ha de controlar el paso de cuatro carriles además del paso de peatones: una de las maravillas creadas con los cientos de miles de euros gastados en la remodelación de la zona. Pero en general, digo, no parece demasiado complicado dar paso ahora a los vehículos, ahora a peatones aunque no hay que olvidar que se trata de niñas y niños, lo que requiere cierta atención añadida.
Ocurre que cada vez que se trabaja en una carretera nos encontramos con una pareja de individuos, cada cual en una punta del tramo cortado, con un cartelito con la señal de stop en una de sus caras y con una flecha blanca sobre fondo azul en el reverso. Armados con tal herramienta, estas personas bien detienen, bien hacen avanzar a los vehículos con el fin de que se pueda seguir circulando por tal vía. Y ocurre que estas personas, hasta donde alcanzan mis conocimientos, no necesitan de ninguna preparación académica para realizar tal labor. Imagino que la misma preparación que esas personas voluntarias que aparecen en las películas que cuidan el acceso a los colegios con un cartel de idénticas características y un chaleco reflectante.
¿Adónde quiero ir a parar? Pues a que se podrían estudiar otras fórmulas diferentes a la contratación de más personal de Policía que no podemos pagar, para realizar una función que no requiere de la preparación que requiere dicho cuerpo y que igualmente no tiene por qué llevar armas ni cobrar ciertos pluses a los que no se estaría expuesto. Del mismo modo que en un momento dado en Villena se tomó la opción de contratar a una serie de personas para vigilar los parques, se podría buscar una fórmula en el caso del personal necesario para cubrir las entradas y salidas a los colegios (y seguro que encontraríamos alguna que otra tarea oportuna y necesaria para delegar en estas personas con el fin de cubrir una o media jornada laboral).