El Consell propone una segunda toma de agua para el trasvase Júcar-Vinalopó

El conseller de Infraestructuras y Transportes, José Ramón García Antón, ha propuesto este lunes ejecutar una segunda toma para el trasvase Júcar-Vinalopó, cuyas obras ascenderían a entre 20 y 30 millones de euros y serían sufragadas por la Generalitat Valenciana. Tras la reunión mantenida en Alicante con el presidente de la Junta Central de Usuarios, Andrés Martínez, y a la que también ha asistido la alcaldesa de Villena, Celia Lledó, García Antón apostó por construir y financiar una segunda toma "compatible con la de Azud de la Marquesa".
Al respecto, Andrés Martínez aseguró que la Junta Central de Usuarios está dispuesta a "renunciar a Cortes de Pallás, a retirar contenciosos y a tender la mano y trabajar de forma constructiva" con el Ministerio de Medio Ambiente, para encontrar "una solución que sea de verdad, que sea buscar otra toma, no que sea una obra que no sirva para nada como la del Azud de la Marquesa".

Durante el encuentro mantenido con Andrés Martínez, el conseller le trasladó su "apoyo" a los regantes del Vinalopó, que "tantos problemas tienen para resolver sus problemas de agua". En su intervención ante los medios de comunicación, García Antón acusó al Ministerio de Medio Ambiente de incumplir los proyectos que prevé el Programa AGUA, y se refirió a las obras del post trasvase del Júcar-Vinalopó que debería llevar a cabo la Generalitat valenciana.

"Si no hay Júcar-Vinalopó no tienen ningún sentido” (en referencia las obras post trasvase), señaló el conseller, para añadir a continuación que sin embargo está dispuesto a "poner la máquina a toda marcha si se accede a la segunda toma".

Tercer aniversario de la derogación del trasvase del Ebro
García Antón destacó que este lunes, 18 de junio, hace tres años que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero derogó el trasvase del Ebro, y consideró que este periodo "han sido tres años perdidos para solucionar los problemas hídricos de la Comunitat".

En opinión del conseller, "si no se hubiera derogado el trasvase estarían prácticamente finalizadas las obras, y ahora en cambio seguimos sin solución pero con más problemas". En este sentido, lamentó que "la única solución y objetivo del Gobierno de Zapatero parece que sea acabar con la agricultura del Mediterráneo".