El Desconcierto
Aunque también podríamos titular: Esa extraña táctica del Desconcierto, o bien: Esa incomprensible estrategia del Desconcierto; pese a que ninguno de los titulares aportara algo relevante al respecto. De modo que he preferido encabezar así: El desconcierto. Y si sirve de ayuda entonces, a modo de ejemplo puntual, me referiré al precipitado comunicado de prensa que a última hora, durante la mañana del pasado viernes, nos informó sobre la contra-decisión de nuestro Equipo de Gobierno en relación al trazado del Desfile Procesión de Animales de San Antón (en el que habría que destacar, antes de que se me vaya el santo al cielo, la magnífica intervención organizada por la Protectora de Animales de nuestra ciudad).
En fin, el Desconcierto. Un estado al que quizás perdimos la pista durante el gobierno de Aznar, donde las decisiones no contemplaban vuelta atrás pesara a quien pesara y gritara quien gritara, estuviera en juego lo que estuviera en juego. Pero un estado al que nos acostumbramos con el gobierno de Zapatero: esto sí, ahora no, incluso esto sí por el momento (agradezcamos al menos que mostrara solidez en lo referido a ciertos avances sociales, humanos, que a fin de cuentas son y serán la aportación de su mandato).
Como recogiendo la herencia de esta postura del ex-presidente socialista, se comporta en ya demasiadas ocasiones esa parte de nuestro gobierno tripartido. Y si ya tuvimos nuestros más y nuestros menos en lo referido a aquel titular: No hay dinero para Fiestas, o al otro: La Casa de Cultura suspende su actividad, diré que los tuvimos con mayor razón tras comprobar en unas semanas que sí había dinero para Fiestas y, peor todavía, tras encontrarnos con aquel comentario de La Casa de Cultura está más viva que nunca. Declaraciones que tanto a un lado del tiempo como al otro, no hacen más que crear desconcierto, temor y rumores.
La actual ida y venida sobre el trazado del Desfile de San Antón no ha hecho más que acentuar la irritación del respetable. Decisión y rectificación (aunque rectificar es de sabios/as) salpicadas por comentarios, motivos y justificaciones, que apuntan a la existencia de una situación problemática de nuestro Ayuntamiento con nuestra Policía Local. Situación ésta que, retrocediendo en el tiempo y tirando de hemeroteca, podemos descubrir casi de forma permanente desde hace más de una década. Un conflicto que ha de solucionarse pero que no justifica el vaivén que sufrió el pasado Desfile Procesión de Animales el domingo, ni el desconcierto (previo a la desconfianza) en el que nos sume a la ciudadanía el Equipo de Gobierno. Y, claro, seguro que hubo razones, y negociaciones, y acuerdos de última hora que modificaron los planes. Pero, ¿saben qué les digo?: la única fórmula para que tales contratiempos no generen desconcierto es esa que ustedes ensalzan: la transparencia.