He pensado que voy a montar una plataforma para reivindicar el Día del Orgullo Villenero. Cada día estoy más convencida de que se están perdiendo muchos valores de lo que ha sido y debe ser la idea de Villena. Y además, corremos un serio peligro de división de la ciudad. Tenemos que volver a la idea de Villena como una entidad única en su destino universal. Y para ello vamos a exigir a la alcaldesa que declare un día de fiesta que se llame el Día del Orgullo Villenero. Porque hace falta que entre todos recuperemos las señas de nuestra identidad, a día de hoy prácticamente desaparecidas. Villena tiene una rica historia. El Marquesado de Villena abarcaba más territorio de lo que actualmente alcanzan muchas comunidades autónomas. Por eso se hace necesario que empecemos a reivindicar lo que históricamente nos pertenece.
Porque párense a pensar un momento y caerán en la cuenta que los de Villena somos diferentes respecto a los valencianos, o a los manchegos, pero tampoco nos parecemos a los murcianos, aunque a mí me han preguntado más de una vez si era murciana por la manera de hablar. Los de Villena somos villeneros y no podemos perder nuestras señas de identidad. Por eso, para celebrar el Día del Orgullo Villenero lo primero que haremos será poner unos días antes en todos los balcones la Bandera de Villena, o en su defecto la imagen de La Morenica. Si la fiesta no se celebra en verano, pondremos alábegas de plástico. Ese día tampoco se podrá celebrar ningún acto que tienda a diferenciarnos de los demás, por eso se tenderá a evitar que las comparsas hagan actividades que pudieran parecer diferentes a las de las otras. Ese día tenemos que ser todos una gran comparsa.
Tampoco se podrán exhibir símbolos que nos identifiquen con equipos de fútbol de fuera de Villena. Tampoco se podrán cantar sevillanas, ni canciones en otras lenguas que no sea el villenero. Y para todos aquellos que se lo puedan permitir, se recomendará que durante este día vistan las prendas de nuestro traje típico, reivindicando una manera de vestir que nos es propia y que desgraciadamente se está perdiendo por la influencia de otras culturas, como la catalana y la anglosajona. No descuidaremos tampoco en ese día la comida: se evitará en la manera de lo posible comer alimentos cuya elaboración tenga signos de identidad diferentes a los villeneros, sobre todo comer cocido madrileño, paella valenciana o alicantina, gazpacho manchego o ensalada murciana.
La actividad central del Día del Orgullo Villenero será un gran desfile que montaremos al estilo del Columbus Day, en el que participarán todos aquellos colectivos identificados con la causa, y muy especialmente aquellos que reivindican la riqueza de nuestro patrimonio sea cual sea su valor, como la recién constituida Plataforma por la Conservación de las Casas de la Constancia (PCCC). O aquellas que velan por la integridad de nuestro territorio, como es el caso de la Plataforma del Ave Cuanto Más Lejos Mejor (PACMLM). Especial relevancia tendrán en este desfile aquellos que defienden nuestra especial manera de hacer las cosas, que llevarán una camiseta con la leyenda Yo dejo los toros muertos en la calle, ¿qué pasa?. O todos aquellos que defienden la integridad del subsuelo villenero y que luchan para que no sufra agresiones como el soterramiento de las vías o los estacionamientos subterráneos. También se me ocurre que podríamos hacer unas pegatinas para los coches que muestren precisamente una de nuestras señas de identidad más especial, la de la claustrofobia villenera, el síndrome colectivo antisubterráneo. En la pegatina pondremos No aparco en subterráneo porque soy de Villena, yo aparco en la calle.
