De recuerdos y lunas

El Emboscado

Rosa Cáceres presentó en Orihuela su novela "El Emboscado. Un travestido de la Edad Media", editada por ECU. La presentación fue lujo al contar con la intervención de Pilar Díez de Revenga, Catedrática en la Universidad de Murcia, que también ha trabado prólogo para la obra. Lujo por la intervención de Ana Mas que, como Presidenta de la Asociación Cultural Orihuela 2m10, en la presentación de los eventos que organiza dicha asociación, siempre aporta, más allá del protocolo mantenedor, calor y entusiasmo con palabras juiciosas. Lujo, apasionante, porque escuchar a Rosa lo es.

Dejarse llevar por las reflexiones de Rosa Cáceres, profesora de Lengua y Literatura en el IES Tháder de Orihuela, es disfrutar en un tobogán de pasión por la creación literaria. ¡Qué digo tobogán! Es precipitarse por un laberinto de toboganes, subir y bajar en una montaña rusa abundante en sorpresas donde la palabra bien dicha, el tono, el ritmo que emplea en su locución, los gestos... Especialmente esos ojos que apenas parpadean como si no respiraran, como advirtiéndonos de que algo importante está por pasar azuzando nuestra emoción... La cara de sorpresa, encogidos los labios para que la palabra saboreada, probada y electa entre palabras surja, bien administrada, sin prisas en el instante preciso o rauda. Según lo exija el mensaje. Todo sin ser teatralidad. Porque es pasión sentida con desenfado.

En la dedicatoria que nos firmó en el libro, Rosa Cáceres nos manifiesta su deseo de que alguna vez compartamos presentación. Si tiene que ser pronto, tendrá que ser necesariamente de un libro suyo; porque ella produce mucho más que yo. De hecho ya nos anunció la continuación de "Buceadores" que queriendo ser sólo continuación, segunda parte, puede que se le haya ido a trilogía. De momento. Y que no nos lleve esto a pensar que la escritora se jacta con petulancia de rapidez creativa. Nada más lejos. Tres años tres nos confesó que le había costado "El Emboscado" mas, esto sí, disfrutando de la creación. Aquí esté seguramente el motor de su quehacer literario prolífico. En ese placer por escribir.

La novela histórica, y "El Emboscado" lo es con rigor, es muy exigente en documentación. Esto lleva su tiempo. También el peligro que ya advertimos cuando escribimos sobre "Buceadores", el del riesgo de que el dato histórico, el contexto, suene a recorta y pega enciclopédico como prótesis erudita. Esto, igual que en "Buceadores", lo supera la autora otra vez con éxito en "El Emboscado".

Sólo un pero: Entre las manifestaciones en torno al escribir que en la rueda de preguntas hizo, Rosa Cáceres novelista confesó no verse poeta. Acaso –así nos lo reveló– rimadora y metrista. No puedo estar más en desacuerdo con ella, entendiendo que la declaración de la narradora no es sino muestra de su respeto y consideración hacia el género poético pero... Cuando "Buceadores" ya escribimos que veíamos mucha poesía en la prosa de Rosa Cáceres. Ahora no menos. Porque poesía es la "tristesse et merencolie" del personaje Martial de Lincy desde su amor cortés hacia Yolaine. La adjetivación generosa y la riqueza de símiles en toda la novela. El peso del recuerdo sobre los personajes, especialmente sobre el minso protagonista Olivier. La reacción de la madre –convertida en "agua de lágrimas"– ante la pérdida de sus hijos y marido en las batallas. La decisión del novicio Dubán. El quehacer artesano de Olivier, clandestino por pertenecer a la nobleza, y el afán por leer y escribir del mesnadero Bellver. Como son poesía la descripción de las relaciones amorosas que salpican el relato, el pulgar de Esmaragdo y la fe.

Poesía, mucha poesía.

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