De recuerdos y lunas

Cierre

Hoy, despidiéndonos, escribimos necesariamente desde la intimidad. Escribimos en especial para quienes han seguido esta sección que hace años, cuando nació El Periódico de Villena titulamos "De recuerdos y lunas" robando un verso a Miguel Hernández: –"de recuerdos y lunas, / de noviembres y marzos"–. Escribimos agradecidos porque hemos sentido su alma. Unas veces, alma con alma compartiendo inquietudes; otras, sin desalmarse, manifestando desacuerdo.

"De recuerdos y lunas" ha llegado a su fin. Nos lo viene diciendo algún tiempo pero la decisión no ha sido fácil porque nos encontrábamos cómodos al aprovechar el verso hernandiano para traer evocaciones y esperanzas, memoria y deseos, remembranzas y anhelos.

Sumando estas columnas a otros escritos son muchos años –¿treinta?– poniendo blanco sobre negro opinión, deseo, rabia, alegrías. Treinta años por lo menos buscando la razón con las palabras, buscando la contundencia con las palabras, buscando la poesía de las palabras, buscando... Treinta años, por lo menos, apreciando la amistad y doliéndonos los distanciamientos. Por mi cabeza centrifugan ahora artículos sueltos y artículos en secciones diversas en diversas publicaciones, más o menos dilatadas, secciones como "Coses nostres", "Ex abrupto", "Ni rimas ni leyendas", "Contemplación de la sorpresa", "Desde la Ocarasa", "Cartas de Baltasar", "Cita con las citas" –ésta prácticamente inédita por ver la luz en una sencilla publicación que los padres hicimos en el colegio de nuestras hijas– y otra ahora, nacida casi de improviso, titulada "Diario de un inmigrante digital" que nos ha servido entre febrero y abril del presente para cumplir con los deberes de un curso sobre Ciencias Sociales y la web 2.0 y participar en un blog didáctico que nos ha entretenido mucho descubriéndonos las muchas virtudes y los muchos bodrios de internet. Secciones varias como "De recuerdos y lunas" hoy terminándose.

Treinta años escribiendo con regularidad, día a día, para servir nuestros artículos por años, por trimestres, por meses, por semanas... Confieso mi cansancio. Pero además del ánimo de lectores y lectoras no puedo dejar de agradecer la atención de mis colegas de redacción en las diferentes redacciones en las que he participado, especialmente ahora en ésta de EPdV, en la que su Director, Carlos Prats, nos ha dado siempre cancha y amistad, sin limitar nuestra opinión haciendo del periódico foro rico en pareceres y para mí particularmente, cosa que agradezco mucho, cordón umbilical con Villena. Al tiempo, "De recuerdos y lunas" debe mucho, en su edición digital, a Joaquín Marín que semana tras semana ha puesto fotos hermosísimas a mis palabras. Fotos que, como hemos dicho en alguna ocasión, a veces redundan en el texto potenciándolo y otras, estás son las que más me gustan, van más allá del texto haciendo lecturas alternativas y hasta más sugerentes que la mía sobre la realidad tratada. Debo mucho a Joaquín con su atención generosa. Joaquín es un gran maestro. Es espléndido.

Treinta años, más o menos, escribiendo. Siento cansancio, amigo lector, amiga lectora, pero también dependencia. Y por si alguien leyendo esta columna, para alimento de mi vanidad, estaba preparando algún aplauso que como en los conciertos –otra, otra...– provocara un bis, que se ahorre energías porque adelantamos que volveremos tras las Pascuas de las monas con nueva sección. Entonces será "Fuego de virutas". El título, es verdad, delata futilidad. Intrascendencia. Juego. Artificio. Capricho pasajero. Pero no sabemos decir, ni nos atrevemos a aventurar, lo que será. Lo que sí que sabemos es lo que dolorosamente no podrá ser: No podrán ser columnas que vibren con las cosas que vibran cotidianamente en Villena. Mi corazón sí, también el pasado, están en Villena; pero mi presente se entretiene ahora entre azahares.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba