El pintor de la corte
Me lo habían dicho por la calle y no quería dar crédito a lo que me estaban contando. Pero el otro día ya fue el colmo en la verdulería que hay debajo de mi casa; al parecer la alcaldesa ha contratado un pintor a su servicio como hacían antes los reyes, que siempre tenían uno para que les pintara los retratos. Una de las que estaban allí dijo que eso no podía ser, que los reyes estaban obligados a tener pintores en la corte porque no existían las fotografías y alguien tenía que retratarlos a mano para que pasaran a la posteridad, para que no nos olvidáramos de ellos nunca. Pero otra dijo, muy fundada ella, que era cierto que la alcaldesa había contratado un pintor, que ella no sabía si le iba a hacer retratos a mano o fotografías a máquina, pero que lo habían contratado seguro.
Cuando volvía a casa, arrastrando el carro cargado con la fruta y la verdura, no dejaba de pensar en lo que estábamos comentando hacía unos instantes. No salía de mi asombro, ni podía dejar de pensar en ello. Por muchas vueltas que le daba, no alcanzaba a comprender para qué quería la alcaldesa tener contratado a un pintor de brocha fina. Porque si al menos se tratara de uno de brocha gorda, seguro que trabajo no le iba a faltar, ya que en el ayuntamiento hay suficientes desconchados para tenerlo ocupado todo el día. ¿Pero un pintor de brocha fina qué puede hacer? La alcaldesa no tiene tiempo para estar posándole todo el día, tampoco creo que los concejales estén para detenerse a posarle.
Como no lo tenía muy claro me fui derecha a preguntarle a mi vecina la del tercero, que siempre está muy enterada de lo que pasa en el ayuntamiento. Pensaba que cuando le contara lo sucedido iba a montar en cólera, pero como ya suponía, estaba al corriente de todo y me lo aclaró inmediatamente: Al parecer no se trata de un pintor propiamente dicho que esté al servicio de la alcaldesa; es el marido de una de las concejalas, que lo han contratado para aconsejar a todos los concejales en materia de ocio. Lo primero que se me ocurrió pensar es que éste es el que se lee todos los días el Teleprograma y antes de que se vayan del ayuntamiento, pone a todos los concejales al corriente de lo que pueden ver en la tele una vez lleguen a sus casas. También será el que esté informado de cómo van los campeonatos de petanca del mercado, o de los resultados del campeonato de truque de La Virgen. Pero retratos a la alcaldesa, como estábamos comentando en la verdulería, no parece que vaya a hacer alguno que se sepa.
Cuando acabó de explicármelo todo yo le volví a insistir en lo mismo. Seguía sin entender para qué quiere la alcaldesa tener a un pintor de brocha fina todos los días en el ayuntamiento, si a fin de cuentas las fotos para los periódicos ya se las hace su hermano, que también lo ha contratado. A no ser que ahora en todas las revistas de fiestas, en las de navidad y en el plano de Villena, en vez de poner una fotografía de la alcaldesa les dé por poner un dibujo. Pero aún así no me parece que tenga tanta faena para tenerlo contratado todo el día.
También cabe la posibilidad de que a la alcaldesa no le convenza nada el ambiente y quiera dar un nuevo rumbo al ayuntamiento, para que se parezca más a una corte ya me entienden, como en Las Meninas. Para eso necesita tener en nómina a mucha gente como ésta: pintores, foristas, opinadores y asesores que le hagan y le pinten la corte.