En España lo estamos pasando mal la mayoría. Canutas, me atrevería a decir. Los negocios se limitan a sobrevivir, los trabajadores no saben si este mes cobrarán sus nóminas o si serán despedidos, los parados ven con dificultad su reinserción, la estructura económica española está despedazándose, la industria se muestra endeble, el turismo debilitado, el gobierno se dedica a cualquier cosa menos a actuar por el bien de la economía y la oposición se halla en paradero desconocido.
Esto es a escala nacional. A escala federal, porque no duden que en España coexiste un pobre estado central junto con un desmesurado y oficioso régimen federal, sucede lo mismo, pero en ocasiones alterando la titularidad de gobierno y oposición. A nivel local, los gobiernos municipales también contribuyen al caos sólo por participar en el tremendo nivel de endeudamiento y morosidad en el pago a los empresarios y contratistas.
Zapatero ayer cerró al culto el Valle de los Caídos, hoy sale con la noticia de que el orden de los apellidos se asignará por orden alfabético, mañana mandará a su Ministro de Asuntos Exteriores a darle un masajito en la pierna a cualquier presidente de tercera mientras en el Sahara el dictador marroquí sigue disfrutando de la barra libre y pasado mañana se irá de safari al Congo para no coincidir con visita del Jefe del Estado Vaticano. Otro gallo le cantaría al sectario y rencoroso ZP si el visitante fuera el Emir del Gurugú o si la Basílica de Cuelgamuros hubiera sido una mezquita, pues me juego el trigémino de que no hubiera tenido arrestos para cerrarla al culto y mucho menos sin que ni siquiera haya mediado un simple acto administrativo amparado en su memoria histérica, porque de la Ley de Memoria Histórica ya quedó excluida por tratarse de una construcción religiosa.
Cuando el presidente del gobierno da los rodeos que da para llegar a donde no brilla el Sol, el jefe de la oposición se dedica a confiar en que el principio de inercia le permita ganar en las próximas elecciones generales y los incautos rezan para que no sea vapuleado en las urnas por tercera vez consecutiva. Aun en el hipotético caso de que los Rajoy, Cospedal y Soraya llegasen al gobierno, los estados central y federal seguirán vigentes con sus tres millones de funcionarios, sus deficitarios entes públicos y los partidos políticos mayoritarios mantendrán sus opacos procesos electorales intestinos.
Por eso, los españolitos podemos mearnos en el carro o jugar al dominó, que resulta ideal para afrontar con paciencia la llegada del ángel exterminador. Al principio sale el seis doble y luego se van despejando los derroteros. Unas veces no me gusta como caza la perrica, otras nos acordamos de los que van a misa y no creen en Dios, algunas tiradas entran ganas de dejar España y marcharse a Yecla, otras es una mierda más grande que el sombrero de un picaor y resulta sublime la aparición del pito doble. Tener un pito doble es lo máximo.
