El Ordenanza

El rapto (Primera parte)

El Ordenanza. Capítulo 217

Escena 1

  • ¿Estáis ya en Barajas?
  • Hace un rato que hemos aterrizado.
  • ¡Anda, que hay que ver la que has liao! ¿Era imprescindible decir lo de colgarlo por los pies?
  • Hay que empezar a desmarcarnos de los mojigatos del PP, Ignacio. Además, ¿qué cojones? ¿Hay libertad de expresión o no? ¡Pues que prueben de la medicina democrática y, si les molesta, que se tomen un Okal!
  • ¡Pero estas cosas se avisan, copón, que nos pillan en culos!
  • Bueno, ya sabes que los patriotas nos tenemos que hacer la cobertura los unos a los otros. ¡Somos hermanos, Nachete!
  • Bueno… hermanos, lo que se dice hermanos… yo soy negro… ya lo sabes.
  • ¡No lo digo en stricto sensu, hombre! ¡Somos hermanos en Cristo y España! Y, por lo de negro, no te preocupes, que no te voy a echar del país cuando, por justicia divina, haga caer al Dictador. Eres español y, con eso me basta. Lo de negro… no sé. ¡Alguna tara tenías que tener! Además, ser negro no es tan malo: ¡Mira a Idi Amin, sin ir más lejos! ¡Un patriota como la copa de un baobab!
  • Todo un ejemplo a seguir.
  • Oye, ¿cómo va la preparación del Aniversario?
  • No te preocupes, Santiago. Todo está bajo control. El domingo va a ser un día glorioso para nuestro partido y para España.
  • ¡Así me gusta! Bueno, te cuelgo, que voy a recoger las maletas. ¡No veas las ganas que tengo de tumbarme en el sofá a ver vídeos del Caudillo inaugurando pantanos!
  • ¡Qué maña se daba!
  • ¿Maña? ¡Lo que tenía era carisma, Nacho! ¡Tocado por la mano de Dios!
  • ¿De Maradona?
  • ¡Anda, deja de decir burradas y tuitea frasecitas para echar mierda sobre Feijóo!
  • Lo que tú mandes, Santiago.
  • ¡Y cierra España!
  • ¿Qué quería Kunta Kinte?
  • ¡Na! ¡Estos morenos se asustan con poca cosa, Hermann! ¡Ahí está mi maleta!
  • Démonos prisa: tenemos un coche oficial esperando afuera.
  • ¡No veas qué ganas tengo de llegar a casa!

Escena 2

  • Ese no es nuestro coche, Santi.
  • ¡A ver si te crees que soy tonto! ¿No ves lo dispuestas que están estas simpáticas señoritas a llevarnos en su monovolumen?
  • Pero, ¿entonces para qué me haces llamar al chófer?
  • ¡Hay que ver qué cruz tengo con vosotros! ¿Quién te crees que eres? ¿Mi madre?
  • No te enfades…
  • ¿Que no me enfade? ¡Si es que no le dejáis el alma tranquila a uno! Santiago, no incites al odio. Santiago, no organices un golpe de Estado. Santiago, esto. Santiago, lo otro. ¡Me tenéis hasta el Alcázar de Toledo con vuestras tonterías! ¿Dónde queda aquello de «¡Legionarios, a luchar! ¡Legionarios a morir!?»
  • Pero si tú no hiciste la mili, Santi…
  • ¡Pcheeeeeeeh! (¡No hace falta que grites, hombre!).
  • ¿Venís o no?
  • ¡Sí, chatas! ¡Enseguida voy! Id buscando «El novio de la Muerte» en el Spotify.
  • ¡No taaaaaaardesssss!
  • (Mira, Hermann: pilla el puto coche oficial, mete en él tu puto culo y pírate antes de que estas chatis se desesperen. ¿Capisci?).
  • Capito.
  • ¡Ah! Y llama a Lidia y dile que llegaré tarde a cenar.
  • ¿Y si pregunta?
  • ¡Te buscas la vida!
  • Y otra cosa… ¿no tendrás por ahí una de esas pastillitas azules milagrosas?

Escena 3

  • Ha despertado.
  • Voy enseguida.
  • ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy desnudo y atado?
  • ¡Vaaaaya, vaya, vaya! ¿A quién tenemos aquí? ¡Qué ganas tenía de volver a verte!
  • ¡Irene! ¡Me cago en! ¡Me habéis echao droga en el gintónic, zorras!
  • Puedes gritar todo lo que quieras, Santiaguito. Aquí nadie puede oírte.
  • ¡Soltadme rameras!
  • ¿Crees que esto funciona así de fácil?
  • ¿Qué quieres de mí?
  • Quiero que tu partido dé un golpe de timón y reconozca definitivamente los derechos de las mujeres y del colectivo LGTBIQ+.
  • ¿De qué?
  • Del colectivo LGTBIQ+.
  • ¡Joder! ¡Lo podíais poner más fácil!
  • Es una cuestión de adaptarse a los tiempos, machirulo.
  • A ver, a ver, a ver. Que yo me entere: ¿Queréis que Vox reconozca los derechos de un montón de mujeres, maricas, machorras y raritos? ¡Tú alucinas!
  • ¡Cuida tus palabras! No estás en disposición de hacerte el machito.
  • ¿Y qué me vas a hacer? ¿Eh? ¿Me vas a torturar?
  • ¿Me estás plantando cara?
  • ¡Te advierto que soy caballero español!
  • ¡Te vas a hacer pipí encima, caballero español! Úrsula, pincha el temazo.
  • ¿Temazo?
  • Ella se ha cansado de tirar la toalla
    Se va quitando poco a poco telarañas
  • ¡Noooooooooooooooooooooo!
  • No ha dormido esta noche pero no está cansada
    No mira ningún espejo pero se siente to' guapa
  • ¡Bebe no, por favor! ¡Bebe nooooooooooooooooooooooooo!
  • Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
    Que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
    Hoy vas a comprender
    Que el miedo se puede romper con un solo portazo
    Hoy vas a hacer reír
    Porque tus ojos se han cansado de ser llanto, de ser llanto…

Escena 4

  • ¡Este tío es más duro que las piedras de mechero, Irene!
  • Pero, ¿Le habéis puesto Priscilla: reina del desierto?
  • Diecisiete veces.
  • ¿Y A wong foo?
  • Veintitrés.
  • ¿Y nada?
  • Nada. Ha estado cantado el Cara al Sol, el Yo te daré y A la derecha va el Tercio.
  • Creo que hemos infravalorado su fortaleza mental.
  • ¿Fortaleza o cerrazón?
  • Lo que sea.
  • Sólo nos queda una baza. Llama a Cifuentes.
  • ¿Estás segura, Irene?
  • Es arriesgado, pero…

Escena 5

  • Te presento a la doctora Cifuentes.
  • Mucho gusto. Perdone que no me levante. Como verá, esta horda de machorras me tiene atado a la silla.
  • La doctora Cifuentes es una prestigiosa cirujana plástica, especializada en cirugía de reasignación de sexo.
  • ¿Qué?
  • Si en cuatro horas no satisfaces nuestras demandas, la doctora procederá a hacerte una intervención de cambio de sexo. A ver cómo le explicas a tu electorado que esté en contra de la ley LGTBIQ+ en esas condiciones. Tú decides, Santiago.
  • ¡No te saldrás con la tuya! ¡No me vais a separar de mi Juan Luis!
  • ¿Juan Luis?
  • … Juuuuuaaannnn… Luuuuiiiiis.
  • Eres muy retorcido, Santiago.
  • Bueno, tienes cuatro horas para dar el volantazo o… ¡Adiós, Juan Luis!

Escena 6

  • Buenos días, Avelino.
  • Buenos días, doña Ana.
  • He de pedirle un favor urgente, Avelino.

… CONTINUARÁ…

(Votos: 8 Promedio: 5)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba