El Registro Civil del Juzgado de Villena es de juzgado de guardia
Siempre que un grupo de amigos se reúne por cualquier circunstancia, salen a la palestra los clásicos chistes de funcionarios y todos nos reímos; pero cuando nos llega el momento, y los protagonistas de esos chistes somos nosotros, las risas se convierten en llantos, y es entonces cuando, tristemente, nos damos cuenta de que la realidad supera a la ficción.
Los funcionarios del juzgado no gozan de una gran popularidad entre los ciudadanos, quizás sea porque el lugar impone o tal vez porque todos hemos pasado por la piedra en cualquiera de las ventanillas. Independientemente de conocer que los papeles se amontonan en los juzgados como ya he comentado en alguna ocasión en este periódico, en un momento dado de la vida, tienes que volver a pasar por la ventanilla de turno a sabiendas de lo que va a pasar, y no es por ser adivino
¡pero pasa! La primera piedra son los horarios, de 9 a 11 de la mañana, para recoger una triste partida de nacimiento. Tienes que perder horas de trabajo para acomodarte a su horario, pero cuando ya estás en el juzgado rellenas el formulario de turno
y ¡vuelva usted el jueves!, escuchas.
El jueves vuelves a perder más de una hora de trabajo para volver de 9 a 11, y escuchas no la he mandado todavía, ¿puede volver el lunes?. Ante esto, ¿qué puedes hacer? ¡Pues volver el lunes! Llegado el lunes piensas en ir al juzgado de 9 a 11 y perder otra hora de trabajo por que la funcionaria de turno no haya mandado a Elda el formulario que rellenaste hace una semana. Previendo que no estuviese la dichosa partida de nacimiento, en lugar del lunes vuelves el martes (para dar un poco más de tiempo), y la funcionaria te pregunta al solicitarle la partida de nacimiento ¿su hija de dónde es, de Elda o de Villena? Piensas nació en Elda y se lo dices pero, al no encontrar en la carpeta la partida de nacimiento, te pregunta ¿está usted seguro?, y vive Dios ¡que te hacen dudar! Intentas pensar qué pusiste en aquel formulario y como no tienes copia o no llevas el libro de familia encima, no lo recuerdas. Se sonríe la funcionaria (curtida en mil batallas) y te dice vaya y vaya miraré en la carpeta de los de Villena para ver si está y, como es natural, tampoco aparece la partidita de nacimiento.
Con la cara de gilipollas que se te queda, escuchas a la señora que te ha estado atendiendo con mala leche, pues vuelva usted el lunes, y veremos si ha llegado de Elda, pero traiga el libro de familia porque si es de Villena SE LA HAGO EN EL MISMO MOMENTO. Y te tienes que callar por educación, respeto, porque está el guardia civil detrás, porque estás en el juzgado o porque piensas si monto el pollo, cuando vuelva a estas dependencias estatales (que en parte las he pagado yo), ni me atienden, y es posible que la señora que me ha atendido (y que parte de su salario lo pago yo), ni me mire.
El lunes volveré a perder otra hora de 9 a 11 para ver a la funcionaria que ya parece de la familia, pues la he visto en dos semanas más que a alguno de mis tíos o primos. Y menos mal que en el Ayuntamiento, para obtener el carné de identidad me dieron fecha para casi un mes después
¿será porqué conocen el sistema del juzgado?
