El reparto (y dos)
Venía escribiendo en la pasada columna acerca del reparto o asignación de concejalías en esta nueva etapa de nuestro Ayuntamiento; y elucubrando acerca de aquellas áreas que a mi entender presentan un futuro menos claro. No por nada en concreto, o no por algo notablemente pronunciado, sino por la suma de diferentes elementos: las particularidades de cada área y el momento en que se encuentran, o las características del Grupo Verde ahora gobernando con mayoría absoluta. Ayer escribía sobre Fiestas o Policía. Hoy, de forma tan somera como personal, abordaré Deportes, Cultura y Juventud.
Deportes por el avance que ha supuesto durante los pasados años la profesionalización de la gerencia de la Fundación Deportiva, respecto a la larga tradición de cargos digitales (puestos a dedo). Una responsabilidad que nuevamente y presumiblemente quedará en el aire de cara a esta nueva legislatura y que presenta ciertas problemáticas legales en las que no voy a entrar de momento. Lo único a destacar será la necesidad de insistir en esas vetas que desde Deportes se han abierto hacia las áreas de Juventud y Educación.
Porque Juventud, ya que sale a colación, es otra de las concejalías que en estos precisos momentos requieren un mapa de ruta. El Espacio Joven se ha puesto en funcionamiento y va entrando en una fase de consolidación, de actividades y de estructuras. Entiendo que es un momento, pasada esa primera fase, oportuno a lo largo de la próxima legislatura de establecer objetivos a medio y largo plazo. Objetivos evaluables en su desarrollo y metodología. No solo se ha de determinar hacia dónde se encamina esta concejalía y este prolífico espacio, sino que bajo mi punto de vista, las rutas deberían ser expuestas, e incluso participadas tanto por quienes disfrutan de sus actividades como por quienes mostremos inquietudes sobre la materia. También deberían ser explícitos los vínculos que este Espacio Joven establezca con otras áreas como Deportes, Servicios Sociales, Educación, Cultura, Medio Ambiente, Seguridad, Desarrollo Económico, Participación Porque como se puede observar, queridas personas, si bien Juventud no es un área transversal, sí es un área directamente vinculada con el desarrollo social.
Terminaré escribiendo sobre Cultura para no escribir un mamotreto. Lo que veo a primera vista en esta materia es una apuesta continuista, que deja en manos del personal técnico el buen desarrollo de la vida cultural villenera. Y qué quieren que les diga, no es algo que me haga mucha ilusión. Quizás porque soy de esas personas que piensan en la Cultura como un camino y no como un área de descanso. Hay en Villena, y en el resto de España, un largo camino que recorrer en este ámbito, también transversal, que supera largamente su entendimiento recreativo. La formación, la evolución, en la que se embarca una ciudad cuando existe una planificación cultural, puede llegar a ser algo asombroso. Para ello son tan necesarias unas estrategias sensibles y flexibles, estudiadas, con diferentes plazos temporales; como un presupuesto adecuado. Es necesario también no olvidar la formación artística de la población, la promoción de los trabajos e iniciativas locales, la interactuación con áreas como Educación, Turismo o Desarrollo Económico En fin, un maremagnum, que como ocurre en Juventud me parece en principio que el actual Equipo de Gobierno se muestra poco proclive para su abordaje.
Ojalá me equivoque y no sumemos otros cuatro años de calma, de retraso, en unos aspectos de nuestras vidas que han demostrado ser vitales en el crecimiento de otras ciudades (y hablo principalmente de un crecimiento humano, por supuesto. Un crecimiento que se traduce en respeto, en sensibilidad, en creatividad). Ojalá me equivoque, porque no solo nuestra ciudad, sino nuestro país, necesitan recuperar ese tiempo perdido que nos ha traído hasta estos lodos que desgraciadamente no solo se reflejan en nuestros televisores.