El saldo de la mentira
Me gustaría hablar de la concejala García Galbis. De sus declaraciones (acusaciones) hace un par de semanas y de su siguiente rueda de prensa la siguiente semana. Me gustaría hablar del sentido de la responsabilidad y de qué es todo cuando escuchamos la frase todo vale. En la guerra y en el amor todo vale. ¿Qué es la guerra? ¿Qué el amor? ¿Cuánto comprende todo? ¿Dónde quedamos el resto mientras se sucede la guerra o el amor entre quienes deben preocuparse de nuestros asuntos? Me gustaría hablar de lo que entiendo sobre el cruce de declaraciones entre el grupo Verde y el Partido Popular de Villena a raíz de la acusación pública por enchufismo y su posterior rectificación.
No puedo olvidar que durante el gobierno de don Vicente Rodes hubo una persona de su equipo que tuvo la dignidad necesaria para dimitir tras protagonizar un conflicto similar. Nos podemos equivocar, ¡claro que nos podemos equivocar, faltaría más! Pero el refranero no está hecho para pedir disculpas: Errar es humano, Quien tiene boca se equivoca, Rectificar es de sabios, etcétera. Porque una disculpa es una disculpa. No es una justificación. Una disculpa no comprende peros, ni es que ¿sabes lo que pasa?, ni (odiosas) comparaciones. Cada cosa a su tiempo. Ayer errar, hoy reconocer, mañana ya se verá. Porque las acusaciones no son gratuitas. Menos aquí, donde menos o más nos conocemos, nos cruzamos en las calles, en los bares o en las tiendas. Aquí quizás se requiere mayor prudencia a la hora de tildar a alguien. Y sería una verdadera pena ver que las nuevas generaciones, las juventudes, puedan no haber entendido el sentido particular de la convivencia en una ciudad. Aquí, donde se debe anteponer el desarrollo de la población a la Alta Política. Puede que aspiren a situarse en importantes puestos de la política nacional, pero entonces corremos el riesgo de contar con personas con grandes responsabilidades que ni siquiera entienden el sistema que rige la vida común.
Me gustaría hablar del comunicado de la concejala García Galbis, porque me resultaría muy sencillo llenar esta columna intentando adivinar dónde se encuentran su disculpa y rectificación entre tanta huída hacia delante y tanta excusa y tanta justificación. Pero ni creo que se lo merezca ni creo que ayude en algo hacer mofa de su discurso. No creo que sea productivo ni beneficioso. Si de lo que se trata es de hacer demagogia, acusar, difamar para restar credibilidad a la persona que presenta un argumento contrario, entonces disponemos de los foros digitales. Aunque allí también acaba ocurriendo que no tiene razón quien más grita, quien más insiste, quien plantea con mayor rudeza su punto de vista. Aunque allí en los foros también se transmite la impresión de que nos estamos jugando al tute las verdaderas problemáticas de nuestra ciudad. Qué cantidad de esfuerzos autocomplacientes que no sirven para nada