El mundo de los toros gira y se traslada envuelto por leyendas basadas en hechos reales. Esta circunstancia lo colma de gestos litúrgicos y de tópicos. Topicazos me atrevería a decir. Siempre que me siento frente a un matador para iniciar una conversación o hacer una entrevista, afronto el reto de no resultar superado por la admiración que suelo sentir por el entrevistado así como inhibir los mencionados tópicos que se van colando entre preguntas y respuestas.
Al llegar estas fechas tan entrañables de las fiestas navideñas recibimos doble ración de topicanismo y nos transformamos en seres de buena voluntad por ósmosis inversa. No se puede huir. Las Felices Pascuas con sus mensajes engañosos y el fin de año con su falso sentido de término, nos plantean la obligación de hacer balance y exponer los nuevos propósitos y objetivos para 2009. Nada más lejos de la verdad cuando los segundos caen de las manecillas del reloj, uno tras otro, con una sencilla naturalidad, con perfecto índice de continuidad y sin que exista la más remota posibilidad de interrupción.
En cualquier caso, centraré e este artículo en la Plaza de Toros de Villena, tanto para hacer balance como para soñar expectativas. Por encima de lo que puede suponer un coso para los aficionados que vamos por libre, la Plaza de Toros está bien provista de un valor añadido tanto para unos, que viven de los votantes, como para otros, que viven la política como si ésta se tratase de una liga deportiva y son hinchas de su equipo, pues en Villena ya existe el precedente de un ruinoso ente de piedra capaz de provocar un vuelco electoral. Digo esto porque la Plaza es un bastión clave para el desenlace de las próximas Elecciones Municipales. Esto lo tienen perfectamente claro unos y otros. La reinauguración del Coso antes de los comicios revalidará una victoria de los del centro reformista, y en caso contrario podría producirse un notable voto de castigo, lo que explica las labores de ataque de la oposición. A pesar de ser ésta una actitud no exenta de coherencia, es una de las pocas opciones de victoria que tienen. Y como la línea de lucha está en la Plaza, ésta no deja de sufrir daños, golpes y derribos que, hasta que no se demuestre lo contrario, no eran del todo necesarios.
Desde que comenzó el conflicto hace unos veinte años, han sido varias las opciones políticas que intentaron engatusar a la parte del pueblo aficionada a los toros con propuestas nada serias sobre la rehabilitación. En esta última ocasión el PP jugó muy fuerte presentando un videoclip de precioso visionado pero que oculta algunos misterios como, por ejemplo, el de la pirámide.
Si de verdad se tiene la intención de celebrar corridas de toros no se puede olvidar el preceptivo papel que desempeñan los corrales. Como los buenos se acaban de destruir se deberán instalar portátiles y según el vigente Reglamento Taurino son incompatibles con la imponente pirámide. Claro está, salvo que bajo ésta se sitúe un sistema de chiqueros robotizados que permita a las reses subir en ascensor hasta la puerta de toriles. Mientras los que más saben piensan algo, al menos podrán disfrutar los buenos aficionados a las pasarelas que hay en Villena.
¿No les parece que 2009 va a ser genial? Feliz Navidad y próspero año nuevo.
