El segundo 1 de Mayo en pandemia
Hoy más que nunca debemos seguir luchando a favor de la dignidad y la justicia social y en contra del paro, la precariedad y la desigualdad
El Primero de Mayo, paradójicamente, será el segundo Día del Trabajo que celebramos en pandemia. Y es que vivimos tiempos llenos de paradojas. La contraposición entre “vivir para trabajar o trabajar para vivir” ha adquirido ahora un nuevo significado. Ya no se trata de asegurar un sueldo que nos permita hacer frente a nuestros gastos corrientes a cambio de un estresante horario o de hacer compatible la jornada laboral con el ocio y la conciliación familiar. Ahora hablamos de salvar vidas y empleos.
La crisis sanitaria y socioeconómica, la redefinición de la presencialidad y la generalización del teletrabajo, nos ha obligado a reinterpretar aquello que dábamos por sentado. Y si hemos aprendido algo, es que hoy más que nunca debemos seguir luchando con convicción por nuestros principios progresistas, los de siempre, a favor de la dignidad y la justicia social y en contra del paro, la precariedad y la desigualdad. Las fechas no son simples números en el calendario. Las efemérides no son solo recuerdos para conmemorar episodios históricos. Las estadísticas tampoco son frías cifras que cuantifican personas.
Este mes de mayo poco tiene que ver con el de 2020. Aquel llegó cargado de incertidumbres, atemorizados como estábamos por un virus que había desestabilizado nuestros ánimos, limitado nuestra convivencia y alterado nuestra cotidianidad. Recién finalizado el duro confinamiento decretado a mediados de marzo, comenzaba una paulatina desescalada.
En 2021, aun estando vigentes algunas estrictas medidas sanitarias que condicionan todavía nuestra anhelada rutina y hace imposible que nos manifestemos multitudinariamente en las calles, se vislumbra un futuro esperanzador e ilusionante a pesar de las graves consecuencias que sufrimos todavía. La vacunación se acelera y continúa a buen ritmo. Las personas más vulnerables empiezan a estar inmunizadas y poco a poco la ansiada normalidad vuelve a ser nuestro pan de cada día.
Durante estos meses complicados y convulsos hay quien ha pretendido erróneamente establecer una disyuntiva entre la salud y la economía, sin darse cuenta de que son las dos caras indisolubles de una misma moneda. Los atajos, al final, se convierten en caminos sin salida que solo retrasan encontrar una solución óptima. Atajar drásticamente los contagios para preservar la salud pública nos ha permitido seguir avanzando, sin retrocesos y sin dejar a nadie atrás.
Algunas decisiones han supuesto enormes sacrificios para determinadas actividades económicas y sectores productivos, lo que ha provocado quejas legítimas y comprensibles. Sin embargo, la sociedad en su conjunto siempre ha acatado y ha cumplido responsablemente las normas dictadas por las distintas Administraciones. La amplia cobertura a través de recursos públicos y la puesta en marcha de programas solidarios de ayudas a nivel estatal, autonómico y municipal han contribuido también a paliar en la medida de lo posible los efectos indeseados de la covid 19.
El Gobierno, los sindicatos y las organizaciones empresariales han unido sus esfuerzos para mejorar el Salario Mínimo Interprofesional, aprobar y ampliar el plazo de aplicación de ERTES e intentar mantener los empleos en la hostelería, el turismo, la industria del calzado y, más recientemente, la banca.
Para concluir, desde la Agrupación Socialista de Villena queremos aprovechar la ocasión y trasladar nuestras palabras de condolencia, ánimo y afecto a todas aquellas personas que han perdido a un ser querido a causa de la pandemia. La vida, una vez más, es lo más valioso y lo más importante.
Por: Agrupación Socialista de Villena
