Vida de perros

Extrañas maneras

Es verdaderamente extraña la forma de comportarse de determinados/as políticos/as. Extraño comportamiento que se acentúa a medida que elevamos su nivel de poder. Diremos poder en cualquier caso. Extrañas maneras más sorprendentes en cada escalón que subimos en la pirámide, conforme aumenta su poder. Los gestos, las decisiones, las palabras se agrandan en algunos de ellos y se deforman, se convierten en otro lenguaje. Es cuando leemos el periódico y no entendemos, no desciframos, cuando nos llenamos de perplejidad, asombro e incredulidad (grandes cualidades que cuando no existen llevan a normalizar lo que no es normal).
Leemos o escuchamos con tanta frecuencia a ciertas personalidades de la política que llegamos a conocer muchos de sus tonos, gestos, nuevas canas, arrugas o kilos de menos; todavía nos ayudan a conocerles más sus desaparecidos guiñoles y sus dobles en series (“Vaya semanita”, por ejemplo), en programas o en shows (como las geniales creaciones de Carlos Latre). Pese a eso. Pese a eso, en ocasiones escuchamos alguna de sus comparecencias públicas (para nosotros y nosotras a fin de cuentas como receptores finales del mensaje) que nos dejan fuera de lugar. Pongamos los comentarios “es de vómito” o “es idiota” referidos al asunto de Caja Madrid en la presente semana. Comentarios tan contrarios al habitual discurso monótono y aséptico que sería cosa de mirárselo si no nos llama la atención. Porque aunque nos parezcan salidas de tono fruto del rencor o de la “sana” rivalidad, percibimos en realidad que se trata de conversaciones privadas sobre algo importante cuya interpretación –aún especulando– por supuesto desconocemos.

Entended que no quiero hablar del caso Gürtel ni del Falcon, Madoff o Berlusconi; entiendan que no se trata de conseguir comprender lo incomprensible (por empeño que Público ponga en hacer esquemas a doble página). Hablo de entender a personas. Personas como ustedes –pero menos queridas– que ostentan cargos de representación ciudadana. Personas cuyas decisiones traen consecuencias que sufrimos o esperábamos. Personas que trepan sin miedo al mástil mayor en mitad de la tormenta. Diremos sin poder evitar la moralina: “¿Locura? ¿Valor?..., ¿no es al cabo lo mismo?”. Pues no.

La idea de que “siempre es igual, en uno y otro lado” resulta que no es la idea acertada. La idea que compara nuestra organización diaria con la gestión de los problemas nacionales es la que nos lleva a ver que lo que pasa alrededor resulta absurdo, evasivo o intrigante.

El nombramiento de la señora Lledó como Vicesecretaria de Política Local por parte del mismo Ripoll al que ella apoyó frente al ex-alcalde Fenoll y que tantas alegrías ha dado a la vida villenera, venía acompañado en la noticia que leí con enaltecimiento de su inquebrantable fidelidad a Ripoll… fidelidad a Ripoll sí… incluso frente a personas de su equipo de gobierno, frente a compañeros y compañeras de partido, frente a su ciudad… Extrañas maneras que hablan un idioma que no entendemos, que ni siquiera deberíamos pretender entender.

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