El Volapié

Feliz 2010

Termina un año marcado por la crisis económica y por la discordia social. España va camino de los cinco millones de parados –la curva todavía no ha llegado a su punto de inflexión– y el enfrentamiento entre los españoles por causas políticas promete malos presagios.
En la España actual se emiten mensajes de condolencia por agresiones a la par que se consagra el aborto como un derecho inalienable; se aprueban y acatan leyes, estatutos y sentencias que permiten y fomentan la diferencia entre unos españoles y otros según su lugar de residencia; se obliga a retirar los crucifijos al mismo tiempo que se concede suelo público para la construcción de mezquitas; nuestro ordenamiento jurídico permite que haya poblaciones del territorio nacional que no cumplan la ley de banderas, la flota de algunas regiones reniega de su españolidad admitiendo rescates; los sindicatos culpan a los empresarios de la crisis exonerando al gobierno; los titiriteros callan ante los dramas provocados por la guerra de Afganistán; los mismos artistas de la ceja pusieron el grito en el cielo ante una saharaui en huelga de hambre; la facilidad con la que se negocian los rescates con el gobierno Zapatero convierte a los españoles por el mundo en un claro objetivo de piratas y otros rufianes; el cisma de las dos Españas es como para ponerse a temblar alentado por radicalismos que ahora se recogen en leyes sectarias y discriminatorias; el faisán –presuntamente por orden del Ministerio de Interior– evita el apresamiento de etarras; la Constitución que se aprobó en referéndum y que fue sancionada por el Rey dice España es la única nación del Estado, mientras que este gobierno aprueba estatutos contradictorios con la pasividad del Tribunal Constitucional; que el Partido Popular se opone o apoya este tipo de aventuras separatistas en función de las regiones implicadas y sin el menor sentido de la responsabilidad ni del Estado; que la misma Carta Magna establece que el matrimonio es la unión de un hombre y de una mujer, mientras que este gobierno dicta normas que viajan en sentido contrario; que por la misma regla de tres, las Fuerzas Armadas tienen el mandato constitucional de velar por la integridad territorial, mientras que en la práctica se las usa para afrontar conflictos exteriores bajo el sucio velo de unas misiones pseudohumanitarias, y en el interior para apagar incendios y repartir sacos de sal antes de que pasen las quitanieves; que todos los españoles tenemos el deber y el derecho de conocer y usar el castellano, mientras se nos reconoce el derecho –no el deber– de conocer y usar las otras lenguas de la nación; que en algunas provincias españolas no se puede escolarizar a los hijos en castellano y que las leyes actuales han acarreado unos sensibles cambios, modificando la Constitución de 1978 por la vía de los hechos consumados y sin necesidad de referéndum, tan sólo con la connivencia de PP y PSOE; que 2010 no es de nadie sino del viento; que ZP es un orgullo para todos y que … ¡feliz año nuevo!

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