Apaga y vámonos

Fritanga

Por lo visto no se puede tener un veranito tranquilo, señora. Si el año pasado tuvimos culebrón largo y tendido con el dichoso parking, éste nos ha tocado un batiburrillo que empezó con la Retreta, siguió con las Cruces y ha proseguido con una fritanga de pescado a la que no hay por dónde meterle mano.
Servidor, que con estos calores y la inminencia de sus vacaciones anda con la neurona a media asta, no ha tenido más remedio que hacerse un esquema para intentar encontrar algo de luz entre tanto pulpo socarrado. Así, tenemos que el pasado jueves 2 de agosto se quemó, en qué mala hora, la famosa nave de Albal, conteniendo 3.000 toneladas de pescado congelado. La cosa, en principio, no pasó de un suelto en las páginas de sucesos, pero tras tardar hasta tres días en extinguir el incendio, comenzó la fiesta: El lunes 6 de agosto el alcalde de Albal, el socialista Ramón Marí, anuncia que entre 120 y 150 camiones se llevarán las 3.000 toneladas a tres vertederos de la provincia de Alicante, transporte que comienza a efectuarse el martes 7 de agosto, fecha en la que, según Vicenta Tortosa y Cate Hernández, ya llegaron algunos camiones a Villena, algo muy difícil de comprobar, lo que ya empieza a convertir este asunto en una cuestión de fe.

El 8 de agosto, miércoles, en declaraciones a EFE, Marí señala que esa misma mañana los camiones cargaban “con absoluta normalidad”, ratificando que su ayuntamiento había pactado con tres vertederos de Alicante –uno de ellos el de Villena– el envío de más camiones en función de la demanda. No obstante, ese mismo día la descongelación del producto almacenado obliga a paralizar los trabajos de extracción, ya que las cajas de cartón que lo albergan se desmontan y no pueden transportarse con facilidad.

Mientras tanto, en Villena, esa misma tarde, y preguntado por EPdV, el gerente de Reciclados del Mediterráneo, José Antonio Bernabéu, confirma que la planta de Villena va a recibir hasta 1.000 toneladas, ya que existe un acuerdo con la Consellería. La situación, no obstante, cambia de manera radical unas horas más tarde, cuando Antonio Mira, responsable medioambiental de Reciclados, anuncia que no se va a recibir ni un solo camión “por los perjuicios que pudiera ocasionar a Villena”, lo que entra en contradicción con las últimas noticias, según las cuales sí se va a recibir una parte del vertido, lo que hace suponer que el problema no era medioambiental, sino más bien económico.

A todo esto, Vicenta Tortosa y Cate Hernández comparecen públicamente para reafirmar sus tesis, en el segundo caso mediante una enumeración de noticias y llamadas y en el primero mostrando unas fotografías que no aclaran mucho, por no decir nada. Volvemos a la cuestión de fe: ¿Esas fotos están tomadas en Albal o en Villena? El PSOE lo tiene claro: “En Villena” (*). El portavoz popular, José Joaquín Valiente, también: no son de Villena porque aquí no ha llegado “ni un kilo”. ¡Joder con la fe! Eso sí, seguro que ahora podremos tomarlas bien cerquita, porque al mismo tiempo anuncia que hay acuerdo y nos van a llegar entre 250 y 300 toneladas de fritanga, entre otras cosas porque ése es el cometido de una empresa como Reciclados, por si a estas alturas alguien se piensa que se dedican a vender muebles.

La conclusión es que no hay conclusión: los foros echan más humo que la nave de Albal, entre otras cosas porque cada bando ha hecho piña y se ha abierto el fuego cruzado, y a servidor se le ha acabado el espacio. Por cierto, para cuestiones de fe a mí que no me busque nadie. Para quien no lo sepa, soy ateo.

(*) Un fallo imperdonable ha hecho que en la edición impresa de este viernes de EPDV aparezca "en Albal" en lugar de "en Villena". Pedimos disculpas desde aquí por semejante desliz.

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