Fuera el inútil de La Moncloa
El último día finalizaba mi columna preguntándome si a ustedes les parecía normal la presunta ambigüedad de Fiscalía General del Estado, el supuesto servilismo de Cándido al poder efectivo de ZP y la posible circunstancia de que estos dos personajes estén confundiendo los intereses del Gobierno con los del PSOE.
Seguros que mis admiradores ya estarán blandiendo sus nicks con sólo ver el título del artículo de hoy. Sin embargo debo aclarar que las palabras de esta cabecera no son mías, sino que forman el lema de una concentración que tuvo lugar en la Glorieta de Murcia, junto a su Ayuntamiento, el pasado sábado al mediodía.
La convocatoria estuvo encabezada por una organización llamada Plataforma de las Clases Medias como antesala de otra manifestación mayor que tomará de modo pacífico las calles de Madrid, desde la Plaza de Alonso Martínez hasta La Moncloa, como protesta contra la confiscación fiscal y para pedir Elecciones Generales anticipadas.
Visitar Murcia siempre es más que agradable: buen clima, buena mesa, buenas gentes y campos sedientos.
Montse Tudela es la responsable del evento y afirma que no debemos seguir escondidos y aislados en nuestras casas después de la que está cayendo en España. Tenemos que explicarle a Zapatero cómo somos los españoles de bien.
Bien, que conste en acta en primer lugar que los derechos que invocan estos manifestantes se hallan recogidos en la famosa Sección Primera del Capítulo II de la Constitución de 1978, donde se recogen los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas que gozan de plenas garantías jurisdiccionales cuando resultan vulnerados: Procedimiento preferente y sumario ante los tribunales ordinarios, recurso de inconstitucionalidad y recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.
En segundo lugar, llama la atención la gravedad de los motivos de la concentración a la par que el sensacionalista lema de la convocatoria, presuntamente injurioso a la vista de cómo está el parque. Por último y como consecuencia de las dos premisas anteriores, sorprende y fastidia el silencio con que los medios de comunicación más importantes en cuanto a su magnitud mediática han tratado la noticia.
Lo importante es la convocatoria en sí misma, aunque hubiese podido hilarse más fino en cuanto al lema. El hecho de que personas anónimas, sin otro interés que el amor a los suyos y a su libertad hayan decidido tomar la iniciativa, dejarse de intermediarios y ser líderes de sí mismos, supone un cambio trascendental y definitivo, el inicio de algo muy importante, como es la aparición en escena de la sociedad civil, la aceleración imparable de la incruenta rebelión de las clases medias. No podemos permitir que nuestra democracia se haya convertido en un vote usted cada cuatro años y resígnese en medio, que los ciudadanos no simpatizantes con los políticos también tenemos un papel.
Sin embargo, lo que no se cuenta en los medios es como si no hubiera sucedido y de nuevo me veo en medio de una causa perdida. ¿Será que ZP no es tan mal gobernante? ¿Tenemos lo que nos merecemos?