Viéndolas pasar

Hasta aquí llega el olor…

Pónganse en posición. 3 de septiembre de 2006, una urbanización turística de la playa de Las Marinas de Dénia. Cenábamos en familia y en la terraza del apartamento cuando escuché unas voces procedentes del apartamento contiguo. Por el acento familiar, diría que son villeneros. De los comensales que dábamos cuenta de un menú traído del Burguer King, algunos me lanzaron una mirada como diciendo: “¡Ya sería casualidad!”
De momento, de entre los comentarios que me llegan a modo de rumor, ya que uno está un poco “teniente” de un lado, escucho con auténtica claridad: “el Tarsicio…”. Como un resorte levanté la vista, aunque a los vecinos no los veía pues nuestras terrazas estaban separadas por un murete que impedía la visión.
A la vez que pensaba si ese Tarsicio era “nuestro” Tarsicio, me llegó la confirmación, pues se habló de Plaza de Toros… ¡No puede ser que dos pueblos distintos coincidan tanto! Ha de ser Villena de la que hablan los vecinos. Y el Centro de Ocio y casi de forma automática, el parking, y para remate, de la TV Intercomarcal y de la noticia que, en esas fechas, ocupaba las centrales de algunos medios, con la sospechosa señal que, por lo leído en dichos medios, se estaba emitiendo de forma “extraña”.

Entonces el resto de comensales me miraron como confirmando: ¡Hablan de Villena!

No voy a profundizar mucho en lo escuchado, que uno es observador pero no cotilla, y considero una mala acción por mi parte desvelar conversaciones ajenas sin consentimiento de los autores. Sólo diré que alguno de los contertulios tenía muy claro sobre qué cabeza debía ubicar la responsabilidad de todo lo que está pasando.

El resto de los días vacacionales estuve tratando de hacerme una idea del tipo de ciudadanos que estaban en el apartamento de al lado, llegando a la conclusión de que, como un servidor, se trata de ciudadanos medios y, era evidente, preocupados por la realidad de su ciudad. Por diversos comentarios pude hacerme la idea de que no se identifican necesariamente con partido político alguno, pero sí hubo una frase: “La han cagao, no sé cómo se les ocurre hacer esto antes de las elecciones”, que me hizo pensar que, salvo sorpresa, las elecciones municipales próximas están prácticamente ganadas por el Partido Popular de Celia porque, hasta Dénia llegaba esa sensación que flota en el ambiente de Villena sobre el descontento generalizado de la población con su clase política, léase bien y no me llamen partidista.

Para rematar la faena, en esos mismos días aparece la noticia de la tala de los árboles en la zona de El Grec y su posterior revuelo provocado por las confusas informaciones sobre quiénes eran los implicados en este incidente, las desafortunadas declaraciones oficiales, las rectificaciones… eso sí, rápida y completamente engullidas y acalladas por el olor a fiestas que todo lo inunda del 4 al 3 de septiembre de cada año en Villena.

Me quedo con las afirmaciones y reafirmaciones de que el día del inicio del curso, ese vial estaría completamente listo para su utilización y la sonrisa socarrona que me producía leer dichas palabras.

No sólo el vial no está preparado para su uso en las condiciones en las que esperábamos encontrarlo, sino que parece que la climatología, fiel a su cita preotoñal, amenaza con dejar caer la de Noé sobre un terreno lleno de tierra y obras. Si esto es así, una vez más, y ya van la tira de veces, los alumnos de La Encarnación y, por supuesto, los vecinos de “los bungalows”, las van a pasar canutas. Da igual, lo más importante son los 4 pinos.

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