¿Hasta dónde podemos participar?
Hace tiempo que vengo pensando en los problemas que encuentro al desarrollar mi vida en esta ciudad que compartimos; hace tiempo que el afán por contribuir en mejorar esta pequeña sociedad que sufrimos y disfrutamos todos los días (observada en las opiniones que vuelco en este periódico) me llevaron a unirme a un grupo donde compartir inquietudes, información, donde hacer más fuertes las reivindicaciones. Y como cualquiera, a merced de una demanda interior, de una necesidad imperiosa, busqué el lugar donde yo encajara como la pieza de un puzzle. A partir de ese momento todo fue tan difícil como gratificante.
La llegada de Los Verdes hace ya casi dos años al gobierno de la ciudad fue un buen signo, aunque mi grupo quedara fuera del ayuntamiento: lo importante eran y son los valores humanos, todavía más en un gobierno municipal. Y en tal materia el bipartidismo nos había decepcionado tanto como las urnas demostraron. La llegada del actual gobierno no solo prometía una apuesta por los valores humanos y ecológicos, sino también por el trabajo en común. Pero para trabajar por nuestra ciudad necesitamos tener conocimiento de lo que acontece, de lo que se estudia y se prepara. Necesitamos una información de la que ni siquiera disponen los grupos que sí están como oposición en el ayuntamiento. Y sin esa información semana tras semana escuchamos al equipo de gobierno responder ante las reclamaciones que les llegan, diciendo que ya están realizando los trabajos pertinentes en la materia aludida, por ejemplo; o lanzando balones fuera a veces con condescendencia, y en otras ocasiones con el descaro de quien interesadamente no quiere responder.
De este modo las pretensiones en materia de participación ciudadana quedan ridiculizadas, por ejemplo al presentar unos presupuestos municipales que no son facilitados a la población antes de tal presentación; quedan en entredicho al aprobar la realización de proyectos por valor de casi un millón y medio de euros procedentes de Europa a través del EDUSI, sin poder exponerlos a la ciudadanía por falta de tiempo. Resulta que la transparencia pretendida por el grupo Verde es información que se convertirá en materia de debate. Lo que implicará una ralentización de los procesos, además de un riesgo a la hora de imponer el propio criterio. Cuando la información, la transparencia, en realidad debería ser el núcleo de una responsabilidad compartida, de un camino hacia el consenso.
¿Qué opina usted por ejemplo de la intervención que se va a realizar en Las Cruces? ¿La desconoce? ¿Cree que piense lo que piense su opinión llega tarde? Porque quizás si siente la inquietud sobre tal materia, no sea necesario que milite en ningún partido político, quizás lo que necesite es conocer, tener acceso a la información, tener la posibilidad de mostrar su parecer. ¿Qué opina de los últimos informes sobre las basuras, sobre nuestros acuíferos, sobre los datos de la población de riesgo en nuestra ciudad? Quizás lo que nos vendría bien sería que llegara de una vez esa información, esa transparencia prometida, y que aparecieran de una vez esos espacios de participación que no parecen ser suficientemente determinados y explícitos ni siquiera tras la creación del Foro Económico y Social (FES).
Y nombro al FES por supuesto sin una intencionalidad nociva, aunque lo presiento falto de información relevante y actualizada. Del mismo modo que entiendo esos interrogantes que en ocasiones plantean los grupos de la oposición acerca de asuntos que huelen y que deben sacar a la palestra pese a la falta de información de la que disponen (disponemos); y no hablo, queridas personas, de esos comunicados cuyo dudoso propósito adivinamos ustedes y yo a primera vista.
En definitiva, asumiendo que la Participación es un proceso lento que requiere de un terreno bien labrado, creo que si esa es la apuesta por parte de nuestro ayuntamiento, comienzan a ser necesarias unas claras muestras de voluntad por su parte, unas muestras de confianza que venzan el temor a verse decepcionadas, a verse traicionadas. Con el propósito claro de empujar en el mismo sentido, de crecer hacia algo mejor, la población también sabremos valorar quién participa para el bien común y quién busca barrer para su propia casa.