Cultura

Historia de un tarado

Déjenme cerrar la boca para comenzar a escribir esta crítica. Aunque fue el viernes pasado en la Casa de la Cultura, todavía me quedan residuos ardientes en el cerebro tras presenciar el primer y último espectáculo de la Compañía de Gerardo Esteve (antes componente de la veterana Esteve y Ponce Cía.), Sólo ante el deliro. Así como el mismo título indica y es fiel a lo que el espectador va a encontrar en la sala, el montaje fue un delicioso delirio que a más de uno desconcertó y sorprendió, siendo muestra una vez más de la mala digestión que todavía hoy tenemos de las viejas vanguardias.
Nos encontramos al entrar a la sala con una serie de elementos sobre el escenario que recuerdan las pinturas de Magritte, mínimamente modificadas por el escenógrafo Vitor H. Stec.: en concreto la obra “Auf der Suche nach dem Absoluten”, así como una adaptación personalizada (en el original es el propio Magritte mientras que la del espectáculo la protagoniza Esteve) del ”Not to Be Reproduced”. Trabajos del autor belga que tras pasar por movimientos como el cubismo o el futurismo, se acerca a las influencias surrealistas de Chirico. No sólo es así en esta primera impresión del espacio sino que lo será en el resto de elementos y acciones que transcurren a lo largo de la pieza. Y ya situados en tal entorno, qué mejor que acompañar este juego visual con otro, en este caso textual, que recoge partes de las obras de Paco Zarzoso, Samuel Beckett, Robert Walser, Pedro Salinas, Javier Arce y el mismo Gerardo Esteve. El desconcierto surrealista está entonces servido: la relación entre las palabras, entre los objetos, entre las acciones y entre todos ellos al tiempo crean un nuevo universo que parece tan caprichoso como el que habitamos, aunque en este caso será un universo libre, en una ordenación del caos que responde, tal y como ocurre con la escritura automática, a las sensaciones e impulsos más que a la razón. Todo un artilugio donde la mejor respuesta es abandonarse en él y disfrutar como se disfruta en el más disparatado de los sueños.

Por último, con ánimo de ser reiterativo y pesado, aprovechando el lanzamiento al mercado de “Mi relación con la comida” de Angélica Liddell por la Fundación Autor tras recibir el XIII Premio SGAE de Teatro 2004, quisiera animarles a asistir al espectáculo Y como no se pudrió… Blancanieves de la misma autora, que se representa esta noche a las 22:30 h. en el teatro Arniches de Alicante y que cuenta con la interpretación del villenero Gumersindo Puche. Una nueva oportunidad en la Muestra de Autores de presenciar la obra de una de las más innovadoras compañías nacionales.

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