Huevos de serpiente
De un huevo de serpiente jamás nació una paloma. Dicen que con esta frase respondió Aníbal a la oferta de paz que le hizo Escipión. Aníbal no quería que su pueblo viviese bajo el control de Roma. El ofrecimiento de Publio Cornelio era tentador para el general cartaginés. Pero Aníbal analizó la talla política de lo que representaba su interlocutor y no le quedó otra opción, a pesar del respeto y admiración mutua que ambos soldados se manifestaban en privado. Por suerte para Aníbal, ZP y Polanco no vivieron en su época, para desgracia nuestra. Por no claudicar le hubiesen llamado enemigo de la paz, como nos llaman a los que opinamos que este proceso no es el camino. Hoy ZP es aplaudido por ETA y llorado por las víctimas, aunque no es menos cierto que ni son sólo los terroristas los que le aplauden, ni todas las víctimas las que se lamentan. Los que estamos convencidos de que la única vía es el Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo somos enemigos de la paz. Los que no desean perdonar antes de que les pidan perdón son vengativos. Los que piden que antes del diálogo se proceda a la rendición de los asesinos son elementos desestabilizadores. Los que queremos la paz a otro precio somos fascistas.
Cumpliendo con las amenazas de la izquierda abertzale, antes llamada banda terrorista, ZP anunció el pasado veintinueve el inicio de las conversaciones con ETA. Sin embargo es obvio que éstas comenzaron mucho antes, al menos desde que hace más de dos años sus socios republicanos de la izquierda catalana acordasen el pacto de Perpignan poco antes de la voladura de los trenes. ZP compareció en el vestíbulo del Congreso, con lo que cumple su promesa hecha en marzo, pero elude las luces y los videograbadores digitales del Pleno. La magnitud del asunto debió ser motivo de mejor tratamiento.
En su declaración ZP asegura que durante todo el proceso hará cumplir la legalidad, y sin embargo se salta la Ley de Partidos, el pacto antiterrorista y la resolución del Tribunal Supremo que afirma que Batasuna es ilegal por ser el brazo político de ETA. Se lamenta de lo largo que será el proceso, y sin embargo se da prisa para cumplir los plazos que le impone ETA. Afirma que no habrá concesiones políticas y a continuación reconoce el derecho de autodeterminación. Otegi ha anunciado en infinidad de ocasiones en qué consistirá el régimen político que van a instaurar: Una república democrática socialista. ¿Qué harán los ciudadanos de esta república que no comulguen con el credo que comparten los etarras y algunos socialistas? Mejor dicho, ¿y los doscientos mil exiliados? ¿Podrán regresar sin estigmas? En uno u otro caso, ¿serán tenidos en cuenta a la hora de la construcción de esta nueva e idílica Utopía?
En su declaración ZP afirma guiarse tanto por la Constitución de 1978 como por el espíritu de las cortes de Cádiz, y sin embargo los pasos que da incumplen el bello y legal axioma de la igualdad entre todos. Cuando me pongo a pensar que en la declaración también ha prometido respetar los derechos fundamentales y las libertades públicas
El nuevo símbolo de ETA es su venerable serpiente abrazando una rosa. ¿Qué le deben los negociadores del PSOE a ETA? ¿Por qué no se sigue investigando el atentado del 11-M? ¿Qué pasaría si se demostrase la intervención de ETA en el mismo? Me deja helado el atronador silencio del Rey. Algo me dice que su crédito está a punto de ser amortizado.
Paz y agua para todos.