El Volapié

Insensatez histórica

Ni en mi familia ni entre mis antepasados hubo ni perseguidos ni asesinados ni masacrados durante el franquismo, desgraciadamente. Esto impide que en estos tiempos de penurias económicas y morales, pueda acogerme a alguno de los beneficios que podrían ofrecerme las medidas adoptadas por el insensato que tenemos como Presidente del Gobierno.
Sin embargo, ¿no creen ustedes que resulta evidente mi pasado morisco? ¿No les parece a los queridos lectores que mis rasgos no dejan lugar a dudas? Y es que esta nueva oportunidad no se me va a escapar. Como también quieren compensar a los moriscos por los daños sufridos en el siglo XVII, voy a ir posicionándome para pillar cacho. Sí, sí… ríanse de esta chanza lanzada por un diputado granadino y del PSOE, pero en poco tiempo el insensato ZP lo enlazará con su Alianza de Civilizaciones y tendremos una ley con su correspondiente dotación presupuestaria.

Este hombre está llegando demasiado lejos cuando se celebra por estos días el macabro aniversario de los asesinatos de Paracuellos, un crudo episodio de la Guerra Civil que ha quedado al margen de la sectaria Ley de Memoria Histórica. Sólo datos sin opiniones. A finales de octubre de 1936 las columnas de Franco llegaban a las madrileñas Casa de Campo y Ciudad Universitaria en un avance que el Gobierno supuso como el inminente final, trasladándose a Valencia. En este punto el General Miaja decidió sacar a los presos enemigos y llevarlos a lugares más seguros de la retaguardia. A la postre fueron 33 sacas desde el 7 de noviembre hasta el 3 de diciembre con el resultado de que los reos no llegaron a sus destinos y redondeado al alza fueron diez mil asesinados, doscientos de los cuales eran jóvenes menores de edad.

Siempre se ha supuesto que el responsable de la matanza de Paracuellos fue el Secretario de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid: Santiago Carrillo. Se le ha considerado como culpable por la historia y -lo que es lo mismo- nunca se le ha responsabilizado. De lo que no hay duda es que los crímenes se produjeron. Tampoco hay duda de que estas fosas no se van a abrir.

El historiador César Vidal ha trabajado concienzudamente en los hechos que estoy aludiendo y afirma que existe una clara relación entre esta forma de exterminio y la masacre que Stalin infligió posteriormente al Ejército Polaco asesinando a miles de sus oficiales en las fosas de Katyn y enlaza con datos aparecidos tras la desclasificación de documentos soviéticos, donde se encuentran alabanzas de los propios comisarios de la URSS ensalzando la eficacia del camarada Carrillo.

Se supone que durante la transición todas las formaciones políticas que entraron en el juego democrático cedieron y perdonaron, lo que posibilitó que Santiago Carrillo hoy sea Doctor Honoris Causa y esté viviendo sus últimos días en paz y en libertad.

Vuelvo a opinar: ZP divide para vencer, pero una victoria cuando la Ley no es igual para todos convierte a nuestro sistema en una democracia de pacotilla.

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