Apaga y vámonos

¡Intervención ya!

Durante las últimas semanas parece haberse instalado un dogma entre la clase periodística española, que clama al cielo desde sus columnas y tertulias haciendo llamadas al orden para evitar, a cualquier precio –y si hay que privatizar los hospitales que hemos pagado entre todos, se privatizan–, que nuestra economía sea intervenida por instancias superiores.
Parece que ser que ignoran que en realidad nuestro país ya está intervenido de facto desde el pasado mes de mayo de 2010, cuando la UE se vio obligada a aprobar un fondo de rescate de 750.000 millones de euros e intervenía países como Grecia, Irlanda y Portugal, que se veían obligados a ceder su soberanía económica para poder seguir financiando su deuda. España e Italia, sin llegar a estar intervenidas, sí cedieron parte de esa soberanía, pasando a estar “administradas” o “tuteladas” por Ángela Merkel y el Banco Central Europeo.

No obstante, pasó el tiempo, ganó las elecciones el PP con mayoría absoluta, llegó Mariano Rajoy a la Moncloa y los nuevos gobernantes comenzaron a tomar con prontitud las medidas que “nos van a sacar de la crisis y a generar empleo”. Lástima que los famosos mercados se hayan tomado a chufla dichas políticas y España se haya convertido en un sinvivir donde cada mañana te levantas con miedo de abrir el periódico y ver por dónde vienen hoy las hostias, porque en lugar de ir a mejor, lo que estamos es asistiendo a un hundimiento por etapas en el que sin solución de continuidad se dispara la puñetera prima de riesgo, se incrementa la desconfianza en los mercados, dejan nuestro bono soberano a dos escalones del “bono basura”, se hunde la bolsa arrastrando con ella los ahorros de millones de españoles, nos suben las facturas y los medicamentos, nos aumentan los impuestos, nos quitan becas y ayudas o nos recortan o encarecen los servicios públicos, y todo ello en un momento en el que el mundo nos toma por el pito del sereno –ahí están Argentina y Bolivia robándonos en nuestra cara ante un gobierno impasible…– y nuestro mayor representante no hace más que romperse caderas y ponerle los cuernos a su mujer en medio de fastuosos safaris africanos.

Así las cosas, ¿qué quieren que les diga? Servidor casi prefiere que nos intervengan del todo y nos gobierne la Merkel o cualquiera de sus ayudantes, porque por muy mal que lo hagan seguro que no lo hacen peor que los incompetentes que –ya sea desde el gobierno central, el autonómico, el provincial y el local– nos han gobernado, nos gobiernan y nos gobernarán en este desdichado país, que se está yendo al garete mientras los parásitos que viven de la política continúan disfrutando de sueldazos y prebendas a costa de los pringados de siempre, que si tuviéramos un mínimo de dignidad estaríamos instalando ya las guillotinas en las plazas mayores de los pueblos.

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