Itinerarios escolares seguros
Creo que lo natural sería comenzar felicitando a IES Navarro Santafé por la atención recibida desde UNICEF a su Proyecto Paisaje: vivencia, comprensión y transformación. No es la primera felicitación que recibe el trabajo realizado en esta zona escolar villenera, en el que de forma colectiva se ha modificado el itinerario a los dos centros educativos y se ha realizado un esfuerzo para que resulte más ameno y agradable. Una labor encomiable tanto por la participación necesaria de quienes frecuentan periódicamente esta zona, como por el mínimo esfuerzo económico requerido para transformar un entorno duro y frío en una ruta colorida y segura.
En el otro extremo de la ciudad, en cambio, los accesos a cuatro centros educativos han sido beneficiarios de cuantiosas inversiones económicas, bien a través de otras intervenciones como la del bulevar Ambrosio Cotes, o de forma directa: como la de la modificación de la calle Emilia Pardo Bazán, o con la creación del carril bici. Los resultados en cambio no solo no son satisfactorios en materia de tránsito a pie o en cualquier tipo de transporte, sino que además han aumentado la peligrosidad de la zona.
Los autobuses deben invadir el carril contrario para girar en la rotonda, se han reducido aparcamientos en la calle de acceso, a cien metros de los centros, el carril bici está dibujado encima de la acera y de las rampas de acceso a los pasos peatonales, dejando algo menos de un metro de acera para el paso a pie Otra cosa a sumar es la entrada por la carretera del puente del Grec por donde acceden los autobuses, un acceso ínfimamente señalizado de día e imposible de localizar de noche, paso continuado además de no pocas personas que cruzan al paraje del Grec para hacer deporte. Pero como si no fuera bastante para los autobuses hay que señalar que las tres paradas del urbano están tan ajustadas que por seguridad entre otros motivos estos vehículos se detienen en el mismo carril interrumpiendo el denso tránsito de vehículos. Diría más, por algún extraño motivo un enorme contenedor del tamaño de un camión está allí ubicado para el reciclaje de pilas, tubos fluorescentes y demás particulares objetos. Aunque eso no es nada comparado con los contenedores ubicados justo delante de la parada de la línea de autobús en la puerta del colegio de El Grec convirtiéndola en inútil. ¿Nadie ha visto tal grueso error? ¿Ni siquiera los agentes que a diario regulan el paso de escolares a escasos metros de la parada?
Y puestos a hablar de contenedores y de horarios de recogida. Esta vez en el itinerario hacia los colegios Príncipe Don Juan Manuel y Celada. ¿No hay otra hora para que pasen los vehículos de limpieza que a las ocho y media, nueve, de la mañana, durante los desplazamientos a los colegios? Vehículos de limpieza que no solo ralentizan el tráfico por su particular labor, sino que además realizan extrañas maniobras de un lado a otro de la calle y se arriman, obviamente, a las estrechas aceras por donde circulan niñas y niños camino del colegio. Pero parece que no hay otra hora para hacerlo, como tampoco hay otra hora para detener los enormes camiones de recogida de residuos en mitad de la calle y levantar a cuatro metros los contenedores de reciclaje y vaciar sus tripas mientras padres y madres, niños y niñas, pasamos a su lado con la mirada absorta en el espectáculo del balanceo de los enormes cajones al subir y bajar. Desde luego hay que reconocer que como estrategia de marketing dan en el clavo, por supuesto que nos acordamos de la empresa y no podemos decir que no realiza su trabajo, pero ¿a costa de qué?
Más motivos como pueden ver ustedes, queridas personas, para reconocer que el Proyecto Paisaje merece sin duda felicitaciones y aplausos, más porque como todo aquello que queremos y respetamos, tal proyecto necesitará atención y renovación continua, lo que hará que el espacio evolucione y sea más nuestro cada día, al contrario que ocurre con aquellas otras infraestructuras, como nuestros parques infantiles, que una vez instaladas solo les queda envejecer y morir.