Joyeros vacíos en España
Mientras los titiriteros de la ceja se van quedando con el culo al aire gracias a su pacifismo sectario, que sólo se activa en función de quien gobierna, los españolitos que Dios guarde muchos años van planificando sus próximas vacaciones, que en este caso son las de Semana Santa.
Como todos los años se acercan fechas muy taurinas y no soy el único que suele buscar destinos taurinos por antonomasia, como los domingos de Ramos y de Resurrección de Madrid y de Sevilla. Sin embargo esta temporada no será preciso marcharse de Villena para ver toros, un buen cartel de toros, aunque sea un poco antes de Pascua. Hay que reconocer que la expectación que se ha despertado es bárbara, normal, y será de esperar que la buena afición villenense responda con igual entusiasmo cuando el cartel lo integren tres toreros modestos y vengan a nuestra plaza sólo a jugarse la vida.
Estos tiempos no son tan críticos como parecen, la gente no lo está pasando tan mal como sacuden los datos recogidos en los informes de Cáritas y las reservas de vuelos transoceánicos van viento en popa.
Las empresas de negocios de empeño y compra de oro se están haciendo de ídem con el desesperado intento de muchos de no perder comba vital y lanzan ingeniosas campañas publicitarias para concienciar a los que están considerando la posibilidad de empeñarse, para que esto no parezca un hecho luctuoso ni vergonzante. Venda las joyas que ya no necesita y dese un capricho estas vacaciones. Cambie su oro por efectivo y recupérelo cuando más le interese. El personal no vende su oro y sus joyas para irse a Port Aventura, ni para irse a celebrar el Día de los Enamorados, ni para ir a la corrida inaugural, ni lo vende porque ya no lo necesite, ni tiene la menor intención de reconvertir el efectivo en su oro original. El personal vende aquello que no le resulta de primera necesidad porque necesita cubrir sus primeras necesidades y pueden estar seguros que resulta muy duro tener que deshacerse de los recuerdos dorados para ir sobreviviendo.
Isabel camisa vieja costeó con sus joyas la empresa colonial y el pueblo de Villena le regaló a la Patrona una corona fundiendo sus mejores metales, pero ahora los joyeros están vacíos porque vivir cuesta más que nunca, porque nos fríen a impuestos directos, indirectos y doblados, porque hay muchos hogares sin lumbre y muchos españoles sin pan, los joyeros se han vaciado porque nadie controla los precios, porque nadie garantiza que el pan, la leche y los huevos sean ajenos a la especulación, porque hemos vuelto a las rodilleras, al aprovechamiento de la ropa más que usada, porque vamos dando ayuda a países necesitados cuando en España vamos camino de los 5 millones de parados y con tanta y tanta gente que vive muy en precario.
Los joyeros en España vuelven a estar vacíos, sin vista de solución y no hacemos nada, no somos hombres.
No a la guerra. Viva España.