Mi pequeño homenaje al economista y catedrático Don Juan Velarde
Destacar, entre otros temas económicos, su reiterada advertencia sobre los peligros para España y Europa de la dependencia energética, asunto por desgracia tan actual en nuestros días
El viernes pasado falleció en Madrid don Juan Velarde Fuertes; quien junto a don Enrique Fuentes Quintana (+), don José Luis Sampedro (+) y Don Ramón Tamames, formaba parte del grupo de los “Padres de la Economía” del siglo XX y comienzos del XXI en España.
A don José Luis Sampedro, además de leer varios de sus libros, tuve la suerte de escucharle en vivo en dos ocasiones; la primera cursando mi Carrera en la ESCE-CESA (Escuela Superior de Ciencias Empresariales de Alicante); la segunda en una charla, igualmente en Alicante, en un acto organizado por ALCE (Asociación de Licenciados en Ciencias Empresariales por la ESCE-CESA), asociación que a fecha de hoy presido.
Recuerdo perfectamente cuando, en 1985, don Juan Velarde me examinó ante el tribunal mixto formado por catedráticos de la Complutense y de ICADE. Eran las cinco de la tarde de aquel caluroso mes de junio, cuando ante los Catedráticos hube de dar cuenta del tema de “La Hipoteca en España”, que me había tocado en suerte por sorteo.
Superada aquella prueba oral, así como la previa escrita, que versaron sobre cualquier tema estudiado durante la carrera, obtuvimos así el título universitario por la Universidad Pontificia de Comillas y por la Complutense.
En el marco de la gran labor desarrollada por la Fundación San Agustín, en su edificio sito en Las Virtudes de Villena, tuve la suerte entonces de compartir con don Juan Velarde charla magistral y posterior cena en “petit comité”, donde recordé lo vivido ante él durante mi examen de Convalidación.
Destacar entre otros muchos temas económicos, desarrollados por don Juan Velarde, su reiterada advertencia sobre los peligros para España y Europa de la dependencia energética, asunto por desgracia tan actual en nuestros días. Constancia de ello, son cientos de sus artículos, publicados durante años en el diario ABC y otros rotativos especializados en Economía.
De don Ramón Tamames, decir que estudié su famosa “Estructura Económica de España”, libro que en 2022 andaba por su 26ª edición, en el marco de la asignatura de Economía. Dejo para otra ocasión el relato de lo que aconteció durante la cena, tras su conferencia. Acto organizado en aquella ocasión por la Caja de Ahorros del Mediterráneo que también tuvo lugar en Villena.
Por: Joaquín Marco Amorós
Merecido reconocimiento a este insigne economista asturiano.
Recuerdo los entusiasmados comentarios en casa de estos aviesos economistas.
Es increíble sus conocimientos en la materia, su retórica y lucided;como muestra, a pesar de la edad, Ramón Tamames y su bibliografía económica.
Estás personas sí que entendían de Economía.
Gracias.
Por aquello de abundar en el anecdotario que relata el amigo Joaquín, a quien los colegas hemos de agradecer la semblanza del profesor Velarde, me permito añadir dos sucedidos más:
El primero es que, en mi época de estudiante (primera parte de la década de los 80 del pasado siglo), en la Facultad de Económicas de Valencia se celebró una reunión de catedráticos de Estructura Económica en la que, entre otros, coincidieron Velarde y Tamames, este último tan de lamentable actualidad estos días. Pues bien, lo que más recuerdo de aquello es que en plena sesión y con el salón de actos de la Facultad a rebosar, Tamames se apropió de la libreta de notas de Velarde, en la que éste había estado dibujando y la exhibió jocosamente al auditorio. Creo que el comportamiento de Tamames no merece calificación ni mayor comentario. Que cada uno piense lo que quiera.
El segundo es mucho más reciente: el pasado 31 de Diciembre al ir a pagar unos libros en la Casa del Libro de Santander, coincidí con otro cliente que estaba comprando la enésima edición de «La Estructura» de Tamames. Ante mi impudente comentario de que cómo era posible que la obra siguiera de actualidad, recibí la respuesta contradictoria del comprador. No conocía de nada al otro cliente, aunque intuyo que debe de ser académico, por lo que tampoco puedo imaginar qué debe estar pensando en estos momento y qué habrá hecho con el libro…