Economía

Jugar bingo online: tradición, tecnología e interacción social

El bingo online conserva la tradición, por lo que difiere del tradicional en muy pocas cosas, todas ellas vinculadas a las mejoras que brinda la tecnología

Es muy probable que el bingo sea el juego más conocido por la humanidad. Han sido infinitos los lugares en los que las personas se han congregado a jugar. Desde los hogares hasta las iglesias, en los casinos y ahora, en la modalidad online, se puede jugar hasta bingo gratis, desde cualquier lugar, de diferentes formas y con el ambiente que desees.

Las ventajas del bingo online

El bingo online conserva la tradición, por lo que difiere del bingo tradicional en muy pequeñas cosas, todas ellas vinculadas a las mejoras que brinda la tecnología. Una distinción muy ventajosa es que puedes seleccionar entre el juego automático o manual. Es decir, puedes dejar que todo el proceso electrónico marque tus cartones o seleccionar la opción de hacerlo tú mismo. La forma automática permite jugar simultáneamente varios cartones.

Otra diferencia es que los números sorteados no son extraídos de un bombo. Provienen de un programa generador de números aleatorios destinado a tal fin. Consiste en un complejo algoritmo matemático formulado para asegurar la aleatoriedad y el lanzamiento de números al azar. En lugar de una persona que cante las bolas, en el bingo electrónico el propio juego se encarga de esta función.

También el juego electrónico cuenta con un chat mediante el cual se mantienen en contacto diversos jugadores. Una opción que integra el bingo tradicional y el bingo electrónico es la opción de un crupier en vivo. Obviamente, estas variadas posibilidades están al alcance de cualquier persona mayor de 18 años, en cualquier lugar y hora. Solo basta contar con conectividad y un dispositivo para jugar.

Mucha tradición en el Bingo

Es un juego muy cotidiano que ha variado poco a partir de su masificación. Disfrutar en familia, en la casa de los abuelos marcando con granos de café o judías, utilizando nombres peculiares para denominar los números, como el patito para el 2, cuando son cantados, es una experiencia que muchas generaciones han vivido.

El bingo es una derivación del juego de lotería y se remonta al año 1530 en Italia. Este juego de azar procede de una lotería conocida cómo Lo Giuoco del Lotto. Para el siglo XIX se jugaba por toda Europa y es dos siglos después, en 1877 en Francia, que se formularon nuevas reglas del juego, vigentes hasta los actuales momentos.

Aunque no en todos los países se le llama bingo, es su nombre más popular. Este juego se masificó en los Estados Unidos a raíz del ingenio y espíritu emprendedor de Edwin Lowe, un vendedor ambulante de juguetes de Nueva York, que al parecer se encontraba en la ruina económica. En una oportunidad pasando por un un carnaval en Georgia, vio una cabina en la que se congregaban muchísimas personas jugando con habichuelas y unos cartones hechos a mano. El juego se llamaba “beano”.


Un negocio rentable

En su regreso a Nueva York, Lowe reprodujo el juego con un grupo de amigos. Según la leyenda una de sus invitadas emocionada, en lugar de beano gritó: ¡Biiiingo! Este nombre encantó a Lowe y así lo rebautizó cuando se dedicó, en 1930, a fabricar tableros de bingo y a comercializarlo. Su éxito fue enorme, pero se requerían más cartones, por lo que contrató a un matemático profesor jubilado quien creó unas 6.000 combinaciones de números.

El bingo también llegó a España en el siglo XIX. Rápidamente se difundió y hasta el año 1922 se jugaba sin restricciones. Luego, debido al veto hacia los juegos de azar, la situación cambió y los juegos se realizaban ilegalmente.  Durante las dictaduras de Primo de Rivera y Franco, el bingo se jugaba clandestinamente debido a las prohibiciones.

A partir de 1977, con el paso a la democracia y con base en regulaciones, se legalizaron los juegos de azar. Tanto las prerrogativas que en materia de recaudación impositiva proporcionan los juegos, como su enorme rentabilidad en cuanto a nicho de negocio, se hicieron patentes a partir de esa fecha.

Proyección del Bingo online

Hoy en día se estima que más de 3 millones de personas juegan bingo en salones en tierra en la forma tradicional, pero su mayor popularidad se encuentra en los juegos online, utilizados por alrededor de 100 millones de personas

A pesar de ser considerado un juego de abuelos, los jugadores modernos están estrechamente vinculados a los desarrollos digitales. El bingo online ha revolucionado la forma de participar en este conservador juego.

Se puede jugar desde cualquier lugar, manteniendo el carácter social tan propio del juego, mediante un dispositivo móvil u ordenador con conexión a internet, incluso con la interacción de varios jugadores a través de un chat de juego, en el que los anfitriones dan la bienvenida a los jugadores.

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