La corrida del año
Ha tardado mucho tiempo en llegar la corrida del año. Desde que se anunció, se fueron dosificando las píldoras y guisándola a fuego lento para que el caldico se pusiera gordo. Primero anunciaron lo de la encerrona, después que sería con toros de distintas ganaderías, luego que se iba a atrever con uno de Victorino
y poco a poco llegó la corrida, que no resultó decepcionante por muy poco.
Como quien ha quedado en evidencia ha sido una primerísima e indiscutible figura del toreo además de nuestra tierra, y su entorno más inmediato apoderado y veedores de reses inválidas, tan sólo se ha hablado de esto cinco minutos antes del carpetazo y el lanzamiento de la próxima corrida del año, que esta vez será la encerrona de Alejandro Talavante con 6 Victorinos 6, en la Plaza de Las Ventas.
El invento tiene muy buena pinta porque el escenario es la plaza más importante del mundo y con unos toros que requieren algo más que una buena planta de torero. Un par de huevos le ha echado Talavante, que ya no duerme desde que se vio anunciado en el cartel, y como esto de la afición a los toros es algo que no se puede controlar ni lo más mínimo, pues allí estaremos para que no nos lo tengan que contar.
A ver si poco a poco los participantes en esta Fiesta comprenden que o regresan a la épica de tauromaquia o si persisten en el simulacro de corridas que no interesan ni a los aficionados ni al público en general, se quedarán sin sitio.
Y en cuanto pase San Isidro, llegarán los preparativos de la genuina corrida del año: la del día 7 en Villena. Mira que es mala suerte ser aficionado a los toros y vivir en Villena resignado a que los taurinos villenenses sólo saquen pecho de cara a este festejo y los antitaurinos locales hagan el paripé que te vi.
Mi hijo nació treinta años después de mí y me lleva treinta años de ventaja, porque para ver lo que está viendo él ahora en Villena yo he tenido que esperar hasta cuando se me está poniendo blanca la barba. Mala suerte tener que aguantar cada año el sainete de la organización de la corrida de fiestas y mala suerte de que a los taurinos villenenses sólo les interese este acontecimiento, que es una lid política, irrelevante desde el punto de vista taurino.
Buena suerte que Los Verdes sólo consientan un festejo que está muy lejos de ser una verdadera corrida de toros y buena suerte que exista la intención de adjudicarla mediante concurso. ¿Por qué no se organiza la corrida en alguna otra fecha? ¿Por qué se les monta un fiestón a quienes quieran un buen preludio para la Retreta? En la Plaza de Toros pero sin toros.
La falta de quórum del año pasado debería ser un toque de atención, siempre y cuando estemos hablando de toros. Si sólo interesa la juerga y la gresca, eso ya es otra cosa mariposa.