La Cultura. Una mirada al futuro
Una mañana cualquiera, tras la victoria de la coalición que ganó el ayuntamiento de Alicante, podemos encontrarnos en la prensa provincial con noticias culturales que se encuentran a unas cuantas galaxias de todo aquello a cuanto nos habíamos acostumbrado. Hay que reconocer al concejal alicantino Daniel Simón su labor para ser uno de los protagonistas de una gran parte de estas notas de prensa. Y podemos pensar, si conocemos a sus cercanos predecesores, que quizás solo era necesario restar un buen puñado de años a la persona que ejerce tal función. Pero no, posiblemente sea más bien el modo en que se entiende y valora la Cultura.
Por ejemplo, es de imaginar que a alguien antes que al presente concejal se le pasaría por la cabeza reunir a las personas responsables de los distintos museos, salas de arte, de la ciudad; o reunir a las personas responsables de programar eventos escénicos en los espacios municipales. Puede que así fuera, pero sin embargo no ocurrió, o no se dio de forma constructiva, o productiva. En cambio ahora en superficie es algo que parece factible: el entendimiento, la cooperación, entre edificios e instituciones. Y eso es positivo: que haya futuro. Y aunque posiblemente igual de complejo y extenso, deberíamos detenernos un momento en observar el Consejo que de forma participativa intenta desarrollar entre los agentes culturales de la ciudad, un proceso que en su borrador ha aceptado 24 de las 44 mociones presentadas (como aquí en el proceso participativo del arreglo de la Av. Constitución, más o menos).
Recuerdo que en una de sus últimas apariciones en la prensa, junto a su compañera de Elche, planteaban al responsable de Generalitat la escasa atención que prestaba a la provincia de Alicante en materia cultural. Una acción que resulta urgente si pensamos que el ochenta o noventa por ciento del apoyo cultural de nuestra región recae en la provincia de Valencia (un aplauso para los anteriores gobiernos regionales y provinciales y para su modo de entender el bien común). Pero no va a ser tan fácil conseguir un reconocimiento como alcanzar un reparto justo, por supuesto, todo está muy emporcado y la Cultura lo está por menosprecio y por desidia.
En Villena también haría falta alguien que en la misma línea se dedicara a aunar fuerzas y recursos municipales; a conseguir opinión y participación de los agentes culturales locales; a reivindicar el reconocimiento y el apoyo a nuestro producto cultural. Una labor que parece haber sido desviada hacia la concejalía de Turismo, que si bien está consiguiendo grandes avances lo hace con la Cultura como apoyo y no como estandarte ni como aspiración de futuro. Nos hemos acostumbrado a que lo cultural esté ahí, que se sostenga gracias a la inquietud artística propia de nuestra ciudad. Pero esa actitud no crea cimientos, ni la hace crecer, ni le otorga más futuro del quizás otra vez el año que viene.