Me parecen tanto sus políticas la misma cosa que recuerdo las palabras de Julio Anguita, y ha llovido mucho de aquello, cuando manifestaba que el PSOE y el PP estaban en la misma orilla. Sé que esta comparación esboza histerias en unos y sacrilegios en otros, pero no iba mal encaminado el califa cordobés. El problema es que la ignorancia favorece a la confusión y la maraña abre camino a la demagogia. Valga este artículo para la reflexión y para proponer una versión contraria a la columna de hace dos semanas de mi respetado Juan Palao, Monicacos y Monicacas. Tanto se invierten las cosas que Rajoy parece la voz de la izquierda y ZP la derecha.
Cuando gobierne Rajoy va a seguir favoreciendo a la gran Banca. No va a romper las relaciones Iglesia-Estado. El IVA no va a disminuir. Tampoco va aumentar el gasto público, ni favorecer las inversiones en gastos sociales. No va a modificar los impuestos, ni por supuesto rebajar las subidas de precios de la luz, el combustible, el agua y la cesta de la compra. Ni por asomo va a interferir en la Reforma Laboral, como asimismo en la incipiente Reforma de Pensiones. Ni siquiera va a alterar la Ley D´Hondt ni va a proponer Listas Abiertas. El Transfuguismo lo va a seguir pactando y va a estimular las grandes inversiones.
Estupendo. Pero Rajoy sabe que con los salarios detenidos, las pensiones congeladas, la subida de precios y el alarmante paro no hay consumo y sin consumo no existe reactivación. Se queja Rajoy del paro y critica la política de Zapatero, siendo consciente de que son los imperios financieros los que provocan la crisis, los que despiden y los que contratan. Sabe Rajoy que cuando las altas finanzas ganan obtienen beneficios, cuando pierden, por jugar a impostores, hay que sacarles a flote. Mal hacen ZP y Rajoy en seguirles el juego, cuando tenían que estar los blanqueadores de dinero bien encerrados.
Avasalla Rajoy con la política económica de Zapatero, cuando él no hará otra diferente. ¿Por qué? Porque los ajustes económicos del Gobierno están dictados por los mandatarios de la Unión Europea con las consignas que ordena el Banco Central Europeo. Los que gobiernan en Europa son el centro derecha de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, avalados por los criterios norteamericanos cuyo despacho original está en Wall Street. Por tanto, Rajoy instiga a Zp por la política que él mismo defiende y ejecutará. Que cualquiera diría que Rajoy representa a la izquierda y ZP a la derecha.
No se confundan. Sostienen ambos lo mismo pero es necesario dar la nota, porque uno gobierna y el otro se opone al gobierno, no es que sean contrarios en sus políticas. Después de leer el artículo, ¿alguien mantiene dudas de que es el mismo juego malabar? Quizás el razonable reproche de Rajoy a Zp estribe en la tardanza en reaccionar a los consejos impuestos desde la derecha europea. Poco más. Aún así, seguir pensando que el PSOE simboliza la izquierda y el PP la derecha moderada es una falsa declaración de intenciones. Representan lo mismo y obedecen a las mismas contraseñas de los mercados financieros y gobiernos conservadores.
A Zapatero no le quedan más que dos opciones: dimitir y marcharse a su casa con la poca dignidad que le quede o ser fiel a sus principios y luchar, hasta el último aliento, por la dignidad de los trabajadores que dice defender y por las clases sociales más desfavorecidas. Pelear contra la oligarquía sin escrúpulos y frente a la gran derecha europea. Lo contrario es convertirse en nuevo socio del clan. Es legítimo, por supuesto. Pero que se lo diga a sus sufridores votantes, que no esperaban semejantes expectativas. Para hacer política de derechas ya está Rajoy, y el algodón no engaña.
