Hemos entrado de lleno en el otoño y comienza la época de los ojos rojos, las narices irritadas, las gargantas roncas, las toses y los herpes
ya está aquí la época del moquillo.
Los medicamentos no curan el resfriado, simplemente se limitan a paliar las molestias, las defensas naturales del organismo nos devuelven a la normalidad antes de que podamos pedir la baja. Resfriado es la denominación genérica de varias enfermedades frecuentes, causadas normalmente por virus. Como hay tantos. Tienen un alto grado de contagio a través del aire o por contacto físico. Tomar ciertas precauciones, como taparse la cara al estornudar, no sirve para nada. Decir ¡Jesús!, o ¡Salud! los no cristianos, tampoco. Lavarse las manos frecuentemente, cosa que deberíamos hacer siempre, puede ayudar, más que a prevenir, a evitar el contagio.
En general es un problema de salud que se ve favorecido por los cambios de temperatura, y por otras circunstancias que aumentan la vulnerabilidad de nuestras defensas, tales como el estrés, tan de moda en estos tiempos, la falta de descanso o la ausencia del mismo, una mala alimentación. Los catarros son más habituales en las épocas frías, aunque en verano también puede uno resfriarse, ya que durante esa época las personas pasamos más tiempo encerrados conviviendo con otras personas y la falta de ventilación, acrecentando el riesgo de infección. Entonces, por qué las madres siempre adivinan cuándo te vas a poner enfermo, no andes descalzo que te vas a constipar, o cuando venías de jugar al fútbol en la calle empapado en sudor verás como te constipas y al día siguiente o a lo más tardar dos días, tú con moquillo o dolor de garganta.
Al igual que ocurre con los antivirus en el ámbito de la informática, las industrias farmacéuticas viven del mal ajeno, y eso hace que recaigan sobe ellas distintas sospechas. No es de extrañar que se sospeche de alguien que se lucra de la fabricación de sustancias, en algunos casos, adictivas, y de las que, en otros casos, depende la vida de muchas personas, como las vacunas. Los Estados Unidos representan casi la mitad del mercado farmacéutico mundial, ¿será debido a un exceso de hipocondría? Los organismos gubernamentales que supuestamente deben ejercer la función de control de este sector económico en beneficio de los consumidores, están financiados en porcentajes muy altos por la propia industria, cosa que da derecho a sospechar. Lo de la propagación de virus para luego hacer el agosto con la cura, puede que sea uno de los timos más antiguos que existen, y ya no es una historia de ciencia ficción. Lo que está claro es que curando enfermedades se gana mucha pasta y, como en las funerarias, no hay época de crisis. Como en el anuncio del zumo, en tu farmacia puedes encontrar un medicamento, pongamos, Frenatos, y otro medicamento genérico, con el mismo principio activo que el medicamento de marca y con un precio mucho más económico, por lo que se debe recordar que todo consumidor tiene derecho a solicitar a su médico la prescripción por principio activo, si el medicamento genérico existe.
Lo incomprensible es que, con lo avanzada que está la ciencia, los fármacos sigan haciendo tan mal sabor. Si consiguen hacer que la soja sepa bien pueden camuflar el sabor de cualquier cosa. Dicen que cuanto más malo es el sabor de un medicamento mayor es el efecto que produce, aunque también dicen lo mismo de los venenos. Recuerden hacer un uso racional de los medicamentos y, por si acaso, no olviden coger algo de abrigo antes de salir a la calle, que en otoño, siempre, está más fresca.
