La estupidez II
No les engaño si les digo que mi intención esta semana era hablarles del maravilloso concierto ofrecido por Leslie Helperp Quartet en el marco del Club de Jazz de las Mil Pesetas; y del encantador ScreenMan, novedoso espectáculo de teatro infantil que trajo El Home Dibuixat a nuestra Casa de Cultura. Pero he de dejar estos asuntos en el tintero, porque parece que con el cierre del Carnaval la Agria Inquisición ha tomado una vez más el mando de nuestras vidas. Semana fatídica, con el secuestro de Fariña, ¡un libro!, la pena de cárcel para un rapero casi nacido en este milenio, y la retirada de la obra de Sierra de la feria internacional ARCO.
Esa es la cara más triste e indignante de la semana, casi ahogada por el esperpento: el interés del gobierno por la letra que una veterana cantante ha puesto al himno nacional, las declaraciones del Bigotes sin bigote, el estrellado arresto al Puigdemont de Joaquín Reyes en un parque, las argumentaciones barriobajeras de profesionales como Carlos Herrera sobre Anna Gabriel
¡Qué país!, diría el gran Forges. Y mientras tanto desde arriba se intentan silenciar las luces que aparecen sobre las grandes tramas de corrupción, igual que se intenta silenciar una contundente y grave manifestación organizada por los y las pensionistas ante las cobardes insinuaciones del gobierno.
Aquí en Villena tampoco quedamos libres del esperpento. Que el anuncio sobre el orgasmo femenino haya trascendido al plano nacional nos puede dar una idea de la necesidad de los medios de comunicación nacionales por convertir en basura provocadora todo lo que cae en sus manos. Falta de interés más allá del titular es lo que han demostrado. Y lejos de cualquier intención por menospreciar nuestra ciudad, creo que ponen de manifiesto que la gente de verdad se preocupa por cosas de verdad, y que una ciudad como la nuestra puede pretender convertirse en una ciudad más avanzada que la media nacional, y que solo los municipios pueden hacer algo por la sociedad, algo pequeño, pero algo, que es muchísimo más de lo que el gobierno central siquiera puede comenzar a plantearse (allí háblales de venta de armas, de comisiones, de negocios con la banca, pero no nombres temas sociales). Cada vez más se pone en evidencia que los municipios deben tomar iniciativas por su ciudadanía, ejemplo claro es el engrose de las arcas municipales tras la imposición del techo de gasto de Montoro: aquí no gastamos en cenas, viajes, coches oficiales y otros gastos opacos (alcohol, droga y prostitución, parece ser). En cualquier caso, queridas personas, siempre será mucho más positivo ocuparnos de la felicidad de la población y del orgasmo femenino.
Por otro lado tenemos la sentencia judicial sobre la celebración de eventos taurinos en la remodelada Plaza, lo que ha sacado a la Peña Taurina a la luz trayendo bajo el brazo los mismos argumentos amarillentos que esgrimían hace lustros: que el toro de lidia vive mejor que cualquiera y que lucha como un campeón hasta el final. Parece que argumentar en contra es gastar saliva. Así que volvemos a las de siempre. Da igual que en Villena ganara las elecciones (voluntad popular se dice cuando conviene) un partido Verde, declaradamente animalista y por tanto antitaurino. Da igual porque, según argumentan estos taurinos, aunque la gente vote Verde también le gustan los toros. Aun así no me gustaría ver a nuestro alcalde decir, al más puro estilo de Rajoy, que la realidad le ha impedido cumplir su programa electoral. A estas personas se la trae al pairo, quieren que se hagan toros y que se hagan toros, y todo lo demás no es más que cosas. Pero la ley es la ley y la ley dice que se pueden hacer toros y que no se puede hablar mal de la corona y todo eso lo legitiman los votos. Si esto es democracia vengan y me lo expliquen.