No dejo de escuchar la radio durante todo el día: la Ser, Onda Cero, la Cope, Radio3, incluso Radio Clásica. De los millares de palabras que a diario me atraviesan de oreja a oreja, algunas de tanto en tanto me llaman la atención. Volviendo desde las ondas nacionales a las locales también encontramos verdaderas perlas, pequeños errores que motean las cercanas entrevistas. Como cuando alguien se confunde al enunciar un refrán o cuando trasforma al gusto una expresión popular. Como cuando la pasada semana el señor Francisco Amorós, durante su comunicado sobre la vallita de la droga, destacaba que lo duro de la situación se debía a la fuerza de la imagen utilizada, ya que ante las palabras (se pueden hacer oídos sordos) se puede reaccionar, pero una imagen es más incisiva, ya que vale más que cien palabras.
En tal momento del discurso, siguiendo siempre la fuente citada, la cotización de la imagen sufrió una devaluación del 90% de su importancia en relación a su valor en palabras. Un duro varapalo ya que su anterior cotización era de 1 imagen = 1.000 (o más) palabras. Todo lo expuesto vino a contarnos el señor Amorós como Presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Alicante. ¿Qué? [
] Sí. Yo también me lo sigo preguntando. Estoy de acuerdo con usted, querida persona, cuando dice que cualquier vecino o vecina de nuestra ciudad tiene todo el derecho y la libertad para pronunciarse ante cualquier situación que se nos presente y nos ataña al resto. Pero también estoy de acuerdo con usted, querida persona, en lo referente al pronunciamiento del Presidente del CRDOG (o como se sigle de convertir en siglas) sobre nuestra controvertida valla. Le remito, querida persona, al corte radiofónico mencionado donde se habla de una posible (y equívoca) relación entre drogas y vino que traería fundamento a todo este embrollo.
La valla, concluyo, fue todo un éxito. No creo necesaria su presencia por más tiempo del que estuvo y fue mínimo puesto que logró la movilización ciudadana y asociativa en Villena. Logró que el Equipo de Gobierno prestara la atención que un puñado de cartas, declaraciones y artículos de opinión en los medios locales no habían conseguido. No digo que nuestro Consistorio haya hecho caso omiso a tanta llamada de atención, ni que no hayan tenido en cuenta tales preocupaciones, ni que no se hayan puesto a trabajar en dicho tema. Lo que digo es que una imagen ha cotizado más que mil palabras. Que ha sido necesario airear los trapos sucios para arrancar una palabra de la Casa Grande. Y pese a eso, y aún así, demuestran que no necesitan a nadie para arreglar un desperfecto. Como aquello del pueblo pero sin el pueblo.
