La Rockola de Fernando: Venim del Nord
Eran tiempos en que todo estaba por definir o si estaba ya definido, estaba como muy cogido con alfileres. Como suele decirse, el cadáver del dictador estaba caliente todavía y la gente y sobre todo la juventud, tenía ganas de expansión. Aquí no se había respirado el aire del 68 y la revolución de los claveles del 74, si bien fue como una especie de anuncio o de ese mirar las barbas del vecino, la verdad es que aquí, como revolución, no supuso absolutamente nada.
Tendríamos que esperar un año todavía, hasta el 75, en que con la muerte de Franco se empezaron a vivir unos tiempos ya históricos y que, con el nombre de Transición, marcaron el camino a donde hoy, mejor o peor hemos llegado.
En ese camino ya estaba hacía años ETA, que primero asesinaba pidiendo democracia, luego asesinó pidiendo independencia y al final asesinó porque probablemente ya no sabían hacer otra cosa. A ese cántico de la independencia se sumaron los catalanes, que no contentos con independizarse ellos, se inventaron lo de los "paisus catalans", se ve que para intentar tener más fuerza, a fin de cuentas, el párroco de Olot seguía siendo párroco y difícil iba a ser que llegara a Papa. En ese afán de crecimiento, instituyeron que dichos "paisus" y en su definición más extensa son las comunidades autónomas españolas de Cataluña, las islas Baleares y la Comunidad Valenciana; el microestado pirenaico de Andorra, la Franja de Aragón (un territorio perteneciente a la homónima comunidad autónoma española contiguo a la comunidad autónoma de Cataluña), la ciudad italiana de Alguer (en la isla de Cerdeña), el territorio histórico del Rosellón (perteneciente al departamento francés de Pirineos Orientales) y el pequeño territorio de El Carche (perteneciente a la Región de Murcia).
Llama la atención sobre todo este ultimo en Murcia, en donde quien esto suscribe ha estado mil y una veces sin que nadie le haya hablado o contestado en valenciano, pero bueno, por meter que no quede. Como a estas alturas ya está más que visto que en este país los tontos crecen más que las vides, no faltó quien dentro de la Comunidad Valenciana empezara a apoyar dicha teoría, los mismos que hoy en día, con nuestro tripartito de la Generalitat a la cabeza, siguen llamando "País Valençià" a una autonomía que por ley se denomina Comunidad Valenciana y que antes de ser "país" fue reino durante muchos siglos.
Empezaron entonces a celebrar unos actos culturales y festivos que dieron en llamar "aplecs" y en donde se ensalzaba esa teoría de los países catalanes, se defendía el catalán como lengua, se vitoreaba a Cataluña Lliure y de paso se soltaba algún "gora" a ETA como pueblo también oprimido por la nueva democracia. En dichos actos uno de los platos fuertes era la música y allí se instituyeron grupos y cantantes de entonces nuevo cuño, la mayoría ya retirados y algunos hasta fallecidos. Así Lluís Miquel y 4Z, Paco Muñoz (no confundir con el cantautor español de éxito), Lluís el Sifoner, Al Tall, Ovidi Monllor y todos aquellos que fuera de esos circuitos no triunfaban, amenizaban dichos actos a más gloria y honor del desatino político.
Desde otra altura, Raimon, Pi de la Serra, Lluís Llach (el que ahora amenaza funcionarios), María del Mar Bonet y Guillermina Motta entre otros, también ayudaban al movimiento, aprovechándose de la inocencia política y de las ganas de todo lo que fuera nuevo o distinto que teníamos la juventud de aquellos maravillosos años.
Pero como suele decirse, aquellos barros trajeron estos lodos y es hoy cuando sufrimos el no haber sabido cortar a tiempo con aquella falacia, aquella mentira que a fuerza de irla contando, acaba convirtiéndose en media verdad. Hoy nuestro tripartito del Botanic apuesta fuerte por catalanizarnos y hacerlo sin anestesia. El conseller Marzá, de una forma descarada, impone ese valenciano que no se parece en nada al valenciano que me enseñó mi abuela, la misma que nunca habló en castellano porque no sabía y el que siempre he hablado en casa con mis padres y familiares. Ahora y como guinda al pastel, desde hace ya algunos años, obligan a que poblaciones en las que nunca se ha hablado el valenciano, tales como Villena, Requena, Utiel y un largo etc., tengan dicha lengua como materia escolar y no contentos con eso, el ínclito Marzá chantajea con el aprendizaje del inglés a los colegios que no quieran tener una línea de valenciano, como si en un mundo global el valenciano fuera a servir para algo mucho más allá del Carche.