La Vergüenza
El pasado mes de septiembre, en nuestra vecina población de Almansa, se realizaba la Exposición de la Vergüenza, organizada por el colectivo Malestar Almansa, denominación subtitulada con Simplemente Ciudadanos. Un colectivo de esos surgidos a raíz de aquel 15 de marzo. Un colectivo de esos que la opinión más rancia tildó de perro-flautas y ahora llama esos que creen estar por encima de la democracia, de la voluntad popular (siempre es mejor que golpistas o terroristas). Sea como sea, Malestar Almansa preparó y ofreció un Espacio donde la denuncia se convierte en expresión artística, según su propia definición. La actividad estaba acompañada de actividades escénicas y de dos conferencias (una de ellas la de Arcadi Olivares, que también se celebró en nuestra ciudad).
Una exposición que ahora llega a Villena de mano del colectivo Democracia Real Ya de nuestra localidad a partir del próximo día 3 de diciembre en los locales de la Tercia. Allí encontrarán, queridas personas, además de propuestas artísticas relacionadas con el tema, información sobre colectivos, sobre problemáticas en las que se mantiene una participación activa, y un punto de encuentro y reflexión. Se trata de una propuesta que se apoya en principios solidarios frente a los abusos que nos llegan desde todos los flancos. No se trata de una captación de socios, ni de una transmisión de valores. Todo lo que allí podemos encontrar ya lo conocemos, sea con puntada gruesa o fina. Incluso los diferentes métodos para luchar contra el abuso, o de apoyar a quienes se encuentran en una situación de mayor indefensión, podemos conocerlos a golpe de ratón. No se trata de eso. Nos acercamos a un tiempo donde cada cual debe cargar con su conciencia. Tarde o temprano cada cual se pedirá cuentas acerca de aquello que hizo o dejó de hacer durante estos años, esta crisis que cabalga entre las primeras décadas del siglo XXI.
Dice María Moliner que se trata del sentimiento penoso de pérdida de dignidad, por alguna falta cometida por uno mismo o por persona con quien uno está ligado, o por una humillación o un insulto sufridos. Lo que podría ser aquello de lo que venimos acusando a la Clase Dirigente (políticos y políticas), así como a la Banca, a las Grandes Fortunas, a las Grandes Empresas y a la Aristocracia: de falta de vergüenza, de vivir y crear un mundo que conlleva la pérdida de la dignidad de muchas personas, pese a estar estipulado y protegido por nuestra misma Constitución: trabajo digno, vivienda digna y demás, permítanme visto lo visto, patrañas. Vergüenza de nuestra clase política y del comportamiento servil, pusilánime, frente a los poderes económicos que les arrastra a faltarnos al respeto después de habernos traicionado.
También dice la Moliner en otra acepción que es el embarazo que siente una persona en presencia de una situación vergonzosa para otras, de la que ella misma puede ser o no ser causante. Y ahí es donde todos y todas deberíamos albergar tal sentimiento. No sólo porque podríamos ser las siguientes víctimas, sino por ser capaces de seguir adelante sin mirar a los lados.