En Villena el verano es espantoso. Cada vez que escucho a Susana Griso lo de la ola de calor pienso que cada año vivimos un verano peor que el anterior. Sin embargo, me temo que los veranos villenenses son similares unos a otros y que soy yo el que se va haciendo más intolerante al calor. Mientras llega el ansiado invierno tenía mi esperanza puesta en las cabañuelas, porque suele blandear algo, y ya estamos saliendo de este periodo estival que este año no nos ha dado demasiada tregua.
Además de disfrutar de una cierta benignidad climática, las cabañuelas son un método popular de pronóstico a largo plazo. Al igual que mi amigo Paco Medina es capaz de aventurarse y pronosticar con antelación las condiciones de la lidia y el comportamiento de los toros, durante las cabañuelas se trata de analizar los primeros días del mes de agosto, con el fin de sacar conclusiones respecto al tiempo que se prevé para el año siguiente. Unos opinan que el día 1 de agosto dará idea de la situación atmosférica y los vientos que dominarán durante todo el año. A partir del día 2 comienzan a vincularse los días con los meses, de forma que el día 2 es enero y el día 13 se corresponde con diciembre.
Otros me lo explican con algunas variantes: Los primeros doce días de enero corresponden en su orden a cada uno de los meses del año. El primero de enero corresponde entonces al mes de enero, el 2 de enero corresponde a febrero, y así sucesivamente, hasta llegar al día 13 que correspondería al mes de diciembre. Y después hay que seguir considerando las de retorno. La manera de hacer el pronóstico parece simple: se trata de observar el clima del día y si llueve o hace sol, eso indica que durante el mes que le corresponde lloverá o hará sol.
El método de las cabañuelas es un método milenario, que podría tener su origen en la civilización Maya, que ha sido utilizado por babilonios, griegos, judíos y villenenses, tanto que se ha ido ajustando en cada zona a lo largo de los siglos, sin que pueda extraerse una explicación científica, pero es muy utilizado por la gente del campo debido a su gran eficacia.
Las cabañuelas son la manera como los antiguos predecían el clima del año y como los modernos tratan de descartar si lloverá en fiestas, ahora llamadas la fiesta por los intelectuales. Si durante las cabañuelas observáis niebla durante tres días seguidos en la pequeña hondonada que existe frente al cementerio, eso significa que lloverá pasados veintiún días. Así que ¡hagan juego los señores!
Paco, ya quedaremos para que me cuentes lo que pasó aquel día que toreaste en Algemesí y para que vuelvas a explicarme cómo puedes saber si un toro tendrá fijeza con sólo verlo en los corrales.
En cuanto a la lluvia, bienvenida sea con tal de que nos respete el día 5. ¿Alguien puede explicarme con precisión que es esto de las cabañuelas?
