Las Fallas sin Vicente Barrera
Es normal que los empresarios arriesguen su dinero como mejor les parezca, que contraten a los toreros que consideran con mayor atractivo para los carteles que promueven con sus dineros muchas veces ayudados por patrocinadores públicos-, y que confeccionen los ciclos al libre albedrío que determina quienes mandan porque pagan.
En parte por los rollos de las complicadas empresas y porque hay propuestas que son indignas, Vicente Barrera no ha toreado en Valencia durante la presente Feria de Fallas. El matador está convencido de que merecía mejor trato. También yo lo creo y no hay derecho a que se haya producido esta ausencia después de que el maestro se hubiese ganado -a sangre y fuego- un puesto fijo desde que tomase allí mismo la alternativa.
Tomando la opción de pobre pero honrado, Vicente Barrera ha preferido no tragar con el peor cartel de la feria con el que fue hostigado al aire de lo tomas o lo dejas. A Barrera le queda poco tiempo en activo porque los años pasan aunque no lo parezca y hace muy bien en escoger los carteles que le quedan de camino a la que a buen seguro será una digna retirada, la que se merece quien no ha pasado por el toreo de puntillas precisamente.
Sentados en el despacho de su casa, Vicente Barrera me expresó hace tiempo un gran afecto hacia Villena al manifestar su deseo de no retirarse antes de poder torear en nuestra plaza de toros. No hay mayor cumplido que pueda hacerle un torero a una ciudad.
La serenidad que Vicente Barrera siempre demuestra en la plaza frente al toro se mantiene cuando explica su punto de vista sobre algo tan desagradable como la mala jugada de las últimas Fallas. El maestro no se altera a pesar de su disgusto y se expresa con absoluta claridad de cara a su buena disposición para volver en la Feria de Julio.
Este año se cumplen 20 años de la alternativa de Enrique Ponce, una figura indiscutible que se vanagloria de no haber toreado jamás una corrida de Miura, y puede parecer lógico que gran parte de esta Feria haya girado en torno a la figura del diestro de Chiva. Lógico hasta que el círculo de nuevo nos lleva a la ausencia de quien más veces ha toreado con él.
Vicente Barrera ha tocado pelo todas las temporadas en Valencia y nunca ha estado tan mal como para llevarse un abucheo, cosa que no puede decir el que ya se ve el cartón cuando se mira al espejo.
El domingo se celebró una corrida especial en la que Vicente Barrera brilló por su ausencia, un cartel en el que todo el monte fue orégano: toreros de postín, toros cuidadosamente escogidos y llenazo a pesar de los precios incrementados especialmente para la ocasión.
Una de las tantas que afirmaba El Gallo como definición, es que torear es tener algo que decir y decirlo. No hubiera sido mala idea regalar pastillas para la memoria con el abono de este año.