Historia

Las nuevas excavaciones en el Cabezo Redondo comienzan a dar sus frutos

Tras las dos primeras semanas de trabajo en este yacimiento arqueológico, uno de los más importantes de la Edad del Bronce en España, los licenciados y estudiantes que están participando en la excavación han descubierto nuevas partes de una vivienda del poblado y una estructura circular rellena de piedras que forma una concavidad y cuyo uso se desconoce de momento, aunque podría tratarse de un horno o un enterramiento.
Hoy, cuando los trabajos arqueológicos se encuentran prácticamente en su ecuador, hemos visitado el Cabezo Redondo acompañados de Virginia, una de las veteranas en la excavación del poblado, pues lleva 9 años participando en estas labores. Esta licenciada es becaria de investigación de la Universidad de Alicante y participa junto a otros dos becarios en este trabajo. A ellos les acompañan otros licenciados y estudiantes universitarios, procedentes de la Universidad de Alicante, Valencia, e incluso Granada, hasta alcanzar un número de 17 voluntarios. Ella nos explicaba que esta actividad sirve como campo de trabajo para prácticas a los estudiantes y recordaba que no es un trabajo obligatorio, sino voluntario y que sirve como complemento a las prácticas que se realizan durante el curso académico. Durante estos trabajos, los alumnos y licenciados están acompañados por el catedrático y director del Museo de la Universidad de Alicante (MUA) Mauro Hernández, todo un apasionado de la arqueología y gran amigo de nuestro investigador más ilustre, José María Soler.

En estas dos primeras semanas de excavaciones se han estado abriendo nuevos espacios para concretar para qué sirven algunas de viviendas que ya habían sido parcialmente excavadas en años anteriores. Asimismo, se están realizando labores de limpieza y acondicionamiento de los lugares ya excavados. De este modo, en las jornadas de puertas abiertas del Cabezo Redondo, que tendrán lugar en agosto –una vez acabado el mes que duran estas excavaciones–, se podrán ver los avances logrados en la investigación arqueológico. Entonces, el público asistente podrá conocer los hallazgos realizados por los arqueólogos. Pero antes, un restaurador y dos peones acudirán al yacimiento para restaurar y consolidar las estructuras descubiertas en estos días.

Un poblado de más de 600 habitantes
Aunque los trabajos de excavación e investigación arqueológica en el Cabezo Redondo comenzaron en 1989, al ritmo al que se trabaja –sólo se excava durante un mes al año–, podrían quedar 40 o 50 años de excavación. Y es que no sólo es importante la ladera que ya está siendo estudiada, sino que también pueden existir restos arqueológicos en la ladera orientada hacia Villena. Según el arqueólogo Mauro Hernández, el poblado tendría, aproximadamente, unos 10.000 m2 de extensión y entre 600 y 1.000 personas pudieron haberlo habitado en su época de esplendor. En 2005 se enviaron semillas y carbones hallados en el poblado a EE.UU. para su datación, de lo cual se dedujo que eran del periodo que va de1.500 a 1.000 a.C. El poblado pudo estar habitado durante unos 500 años.

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