Vida de perros

Línea de salida

Con la portada de la pasada semana se anunció que el grupo socialista de nuestra ciudad ha llegado donde inevitablemente tenía que llegar –dadas las circunstancias dadas–. De hecho yo diría que realizar una consulta democrática a los afiliados y afiliadas de un partido político con el fin de conocer la directiva o la candidatura que mejor representa sus intereses, en ocasiones puede ser altamente regeneradora.
Las primarias del PSOE en Villena, como las del PSOE en Madrid, no son una manifestación de una dispersión de las ideas y los ideales, más bien al contrario pueden ser un modo de unificar criterios y de reflexión personal acerca de lo que somos como personas y como opción política. Y como en toda reflexión los resultados pueden ser muy esclarecedores, siempre que nuestros intereses o inclinaciones no superen el grado de sinceridad que nos merecemos con nosotros/as mismos/as. Unas primarias, de hecho, pueden evitar incongruencias tales como las que la presidenta Aguirre se ocupa de hacer públicas en su partido.

El PSOE de Villena decidirá el próximo 2 de septiembre quienes serán las personas que dirigirán su organización. Las personas que se encargarán de diseñar el mejor de los programas posibles para gestionar nuestra ciudad, cubrir sus deficiencias y prepararla para el mejor futuro posible y contra los peores escenarios posibles. Debe proyectar una ciudad capaz de afrontar la falta de puestos de trabajo, o los accidentes mortales en nuestros pasos ferroviarios; capaz de educar y proteger a las personas más vulnerables, y de hacerlo con cariño, apostando por alternativas que vayan más allá de las necesidades básicas, más allá del cumplimiento legal, que busquen crear vías de desarrollo, vías capaces de crear futuro.

El PP de Villena no tendrá que decidir el próximo 2 de septiembre a su equipo directivo. Pero aún así, ya de camino a los comicios de mayo, deberá recomponer su lista de candidatas/os para llenar ese considerable vacío que dejaron las cinco personas que abandonaron el partido a media legislatura. El PP local ha dedicado su período electoral a la creación de infraestructuras para nuestra ciudad, ha aprovechado para ello las ayudas económicas que nos han concedido tanto Camps como Zapatero. Y quizás de ese empeño en construir sin miramientos se pueda sacar algo beneficioso para Villena. Pero ahora, de cara al nuevo período, nuestro PP se enfrenta a un trabajo diferente: poner en funcionamiento las nuevas dotaciones. Una labor para la que bajo mi punto de vista ha demostrado cierta incompetencia. O al menos ha descuidado, ahogado por la falta de personal o por el exceso de trabajo.

Ahora, en la línea de salida que lleva hasta las elecciones de mayo de 2011, Villena cuenta entonces con que sus dos principales fuerzas políticas deben reorganizarse y presentar unos programas electorales a los que se pide soluciones y pragmatismo, unos programas de uso, alejados de las grandes promesas y las obras faraónicas. Veremos.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba