Lo bien que se está hablando poco
Hace unos días el 18 de diciembre Francisco Cano Canito cumplió cien años como cien soles, pues nunca estuvo un siglo más lleno de vida que en el caso del inmortal y carismático decano de los fotógrafos taurinos.
Quienes tenemos la suerte de conocerlo y de tratarlo, así como el honor de estar de vez en cuando con él en su salsa me refiero exactamente al callejón de una plaza de toros, podemos disfrutar de sus andanzas y del sinfín de historias que cuenta.
Una de esas tardes, refugiados en el burladero número 11 de la Plaza de Toros de Alicante, tras la salida del primero del festejo, entre foto y foto, anotación y anotación, Cano me contó que un día estaba en Madrid con Manolete antes de que este se vistiera de luces para ir a torear. En la habitación del hotel, se encontraban además los de su cuadrilla y Lagartijo Chico, primo del diestro cordobés.
Relata Cano, con una gracia inimitable, que el silencio dentro de aquella alcoba era sepulcral. Todos sentados, mirándose unos a otros y sin decir ni media, con cara de estar en capilla. En un momento, el primo rompió el silencio para exclamar: ¡Qué bien se está hablando poco!. A lo que el Monstruo respondió: ¡Mejor se está callado!.
Me ha venido a la mente este chocante juego de epigramas tras leer las declaraciones de Rodrigo Rato también las de otros presuntos delincuentes de cuello almidonado y vinculación política dando unas explicaciones que no debieron romper el silencio, porque para decir tan poco es preferible permanecer callado y no insultar a la inteligencia.
Las respuestas de Rato ponen de manifiesto su incapacidad para dirigir Bankia o su culpabilidad por actuar de tan mala baba. Lo uno o lo otro.
No se pueden aceptar el tipo de respuestas que están dando los implicados también en el asunto de los ERE`s y otras fechorías de similar calaña como declarar que no sabían o no podían saber como si estuviera respondiendo un mileurista poco interesado. Quien ocupa un cargo retribuido con dos millones de euros al año no puede responder banalidades, porque quien ocupa tal puesto sólo puede ser una persona formada, juiciosa y con una capacidad de informarse muy superior a la media de los ciudadanos. Esto mismo, o que se trate de un cuentista de tomo y lomo.
En el caso andaluz de marras hubo una frase que describe perfectamente lo que trato de expresar: El perro no come carne de perro, y así los socialistas no hicieron preguntas en la comisión de investigación, no vaya a ser que metieran la pata.
Están bien hablando poco y esperando a que escampe, porque escampará y se irán de rositas a presidir cualquier fundación o a sentarse en algún sillón honorífico. Pero mejor estarían callados, puesto que nada les va a hacer la Justicia, y en silencio para no saturar los juzgados con pleitos de opereta y facilitando así que los tribunales puedan dedicar más tiempo a los desahucios.