“Lo que queda de ti” triunfa en el XXII Festival de Cine de Alicante
La ópera prima de Gala Gracia gana la Tesela a mejor película, actriz y fotografía, así como el Premio de la Crítica

El Festival de cine de Alicante ha puesto el broche final a su 22ª edición este sábado con una Gala de Clausura celebrada en el Teatro Principal de la capital, cargada de momentos emotivos.
La película “Lo que queda de ti” ha sido la clara protagonista de la velada, al alzarse con la Tesela de Oro, máximo galardón del festival, dotado con 3.000€. Se trata de una historia naturalista que aborda cuestiones como el duelo, las diferentes maneras de afrontar la pérdida y el retorno a las raíces. La historia de la directora aragonesa Gala Gracia ha sido la ganadora también de la Tesela a la mejor fotografía para Michele Paradi, mejor actriz para Laia Manzanares y el Premio de la Crítica.
La otra galardonada de la noche ha sido otra ópera prima, “El Instinto”, una perturbadora y desasosegante historia que narra la relación entre un arquitecto con agorafobia y un adiestrador de perros de caza que ha obtenido la Tesela a la mejor dirección para Javier Albarracín, quien también se estrenaba como director de largometrajes, mientras que los dos protagonistas, los veteranos Javier Pereyra y Fernando Cayo, recogieron ex aequo el premio a la mejor interpretación masculina por su trabajo intenso y complejo.
Cortometrajes premiados
En la nutrida sección de cortometrajes el galardón al mejor cortometraje de ficción, que no solo está dotado con 1.000€ sino que, además, queda inscrito directamente en la preselección de los Premios Goya 2026, ha recaído en la pieza “Pálpito”, de los directores María Crespo y Moisés Romera, quienes anunciaron al recoger el premio su proyecto de convertir esta historia en un largometraje.
En lo que respecta a los premios a la interpretación, la veterana actriz Teresa del Olmo recogió emocionada el reconocimiento como mejor actriz por “Frío en las manos” recordando a la mujer que ha servido para inspirar la historia que ella representa en la ficción y Manuel Canchal fue el agraciado por el cortometraje “Cólera”.
El premio a la mejor dirección de cortometrajes recayó en María Algora y Mikel Bustamante por la pieza “Lo que no se ve”, una historia sobre la gestión del suicidio en la familia con tintes autobiográficos de la propia directora.
El premio al mejor cortometraje de animación nacional fue para “La Valla”, de Sam Orti, que también pasa a ser puntuable para premios Goya, mientras que el de Mejor cortometraje documental fue para “La huella del Barro”, de Rodrigo Márquez. Este trabajo ganó también el recién estrenado galardón “Aguas de Alicante” al Mejor cortometraje de temática medioambiental.
A todos ellos hay que añadir, el premio “Casa Mediterráneo” al mejor cortometraje internacional, que fue para los italianos Andrea Bernardini y Sebastiano Casella por “Quinquantadue”, una historia sobre violencia de género. En la sección LGTBI el premio recayó en “Piruletas”, de Carlos Martínez, por hablar de la carga de la superposición de diferentes estigmas y el Premio del público en la sección Alicante Cinema fue para el aplaudido cortometraje “Calcetines” de Sergio Checa.
Homenajes a toda una carrera
Durante el desarrollo de la gala se hizo entrega también de los reconocimientos a toda una carrera profesional a dos figuras de relevancia en diferentes campos de la producción cinematográfica. Paco Delgado, diseñador de vestuario ganador de dos premios Goya y dos veces nominado a los premios Oscar, recibió el premio “Fashion Cinema” de la mano de la figurinista y amiga Sonia Grande. Por su parte, el guionista y director Rafael Maluenda entregó el premio “Música para la imagen” a un emocionado Luis Ivars, quien se lanzó a interpretar en directo una de sus piezas, de la banda sonora de la película “Tabarka”.
Un evento de referencia en la provincia
Esta XXII edición del Festival de Cine de Alicante ha ofrecido a los amantes del cine la oportunidad de acercarse a obras, formatos y creadores que de otra manera no resultan accesibles a los aficionados en los circuitos convencionales. Prueba de ello es el aumento de público, no solo durante las proyecciones, sino también en muchas de las actividades alternativas, como las charlas, conciertos o exposiciones.
Salvando la necesidad continuar mejorando en aspectos organizativos como la puntualidad en los inicios o los cortes en algunas proyecciones, el festival se consolida como uno de los eventos sociales, culturales y de ocio de mayor envergadura y merece un reconocimiento importante dentro de la agenda cultural de la provincia.
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