Los arreglos navideños
No, no voy a dar mi opinión sobre los arcos navideños, ni sobre la que ha armado el concejal, según se cuenta por aquí, contratándolos antes de hora. Si ha hecho mal que lo denuncien, y si ha hecho bien, quien lo ha criticado que se disculpe. Tampoco están tan mal los arcos, al menos salimos de la costumbre de los arcos de fiestas convertidos en Navidad.
Lo único que les veo yo de malo es que menos mal que los Almorávides ya celebraron su desfile, porque con tanta hierba colgada en la calle, seguro que los elefantes se hubiera llevado algún arco por delante, ignorando que son de plástico, que los animales no entienden de Navidad, por mucho que nos empeñemos en llenar los belenes de corderos, gallos, bueyes y burras. Y desde luego lo que tienen que agradecer los del Ayuntamiento es que cada vez vengan menos circos a Villena, porque no les digo nada si aquí se hiciera como en las capitales, que antes de hacer la función hacen un desfile por las calles principales; las jirafas se iban a poner a gusto mordiendo los arcos.
Con todo, lo que me ha llamado la atención es el Belén del Ayuntamiento, eso sí que me ha dejado preocupada. Si tienen ocasión acérquense un momento al patio y verán qué Belén han montado. El otro día, una de las que salen conmigo dijo que nos acercáramos a ver el Belén que montan en la Casa de la Cultura. Nosotras, sin caer en la cuenta que el Belén tiene un horario de visitas nos acercamos a verlo, pero cuando llegamos nos encontramos con que estaba cerrado. Así que una vez en la calle, la misma nos dijo que a lo mejor el del Ayuntamiento ya lo habían montado, y como ya nos habíamos hecho a la idea de ver un Belén y estaba cerca, entramos al patio del Ayuntamiento. La verdad sea dicha: nos quedamos de piedra. El nacimiento es de tamaño natural como nosotras, pero no hay figuras, han puesto unas fotografías recortadas y las han plantado con un cartón duro. Lo primero que yo pensé es que este Belén era provisional mientras ponían el bueno. Pero según nos dijo un hombre que trabaja allí, no hay otro Belén. Nos quedamos las cuatro mirándolo con cara de bobas, no nos engañes, cómo va a ser esto el Belén, dijo una, sí, este año lo han montado así, con fotografías, tipo collage, dijo el hombre, nos estás tomando el pelo, lo más seguro es que estas fotos las han puesto hasta que lleguen las figuras de verdad, verás como para la Navidad las quitan y ponen unas figuras como Dios manda, dijo la misma.
El resto no podíamos articular ni palabra, solo hacíamos que mirar a la Virgen, que por cierto le da un aire a Catherine Z. Jones, a San José, al buey, a la burra y al niñico, que estaba allí el pobre como si fuera una estampa. Mi amiga Mayte, como siempre, le encontró una explicación que tiene su lógica: Según ella este es un Belén del nuevo estilo PP, la mayoría de las cosas de la Navidad son falsas, los arcos no son de hierba, los árboles son de plástico, las figuras de barro o de plástico, etc; en vez de poner un Belén en tres dimensiones lo han puesto en dos y cumple la misma función, y se quedó ni más pancha. La verdad es que vista así la cosa tiene su aquel, a fin de cuentas también nos han contado que habían armas de destrucción masiva donde no las había, o que aquello del barco en Galicia no fueron más que unos chorritos de petróleo. Por qué no va a ser este recortable navideño una más, cumple su función. Espero que de un momento a otro me llegue a mi casa otro DVD con un Belén tridimensional como el de la Plaza de Toros. No se de quién habrá sido idea lo del recortable, a veces nos traiciona el subconsciente.