Los balones fuera del PSOE villenero
No percibimos malestar, presión municipal, qué se yo, algo de sangre en las venas…
Lo que es, es, y lo que no, no. Como decir que la ley es la ley para todos y todas, y está para cumplirla. Es un asunto que aparentemente no tiene discusión. Sobre todo en el caso de que asumiéramos que vivimos en un mundo perfecto, en una sociedad perfecta, y estática. Si creyéramos que los tiempos no cambian y por tanto tampoco los comportamientos. Otra cosa sería pensar que vivimos reajustándonos a las circunstancias y que aspiramos a mejorar: reajustando las circunstancias.
La primera ocasión en la que el actual gobierno local justificó sus decisiones amparándose en causas superiores a su territorio de actuación fue cuando aprobó el uso de la Plaza el día siete de septiembre por parte de una empresa privada con fines cuestionados por parte de la población. Sin intención de retomar la polémica diría que la acción del equipo de gobierno fue poco menos que un lavado de manos a lo Pilatos, en el que pasó por alto que esta misma empresa estuviera pleiteando con nuestro anterior alcalde, que para más inri es socio necesario (ahora su partido) para la formación de su gobierno. La ley es la ley, aunque dadas unas circunstancias tan sensibles, no hubiera desentonado un manifiesto grado de malestar.
La segunda ocasión en que nuestro actual gobierno nos dice que la ley es la ley ha sido esta misma semana en respuesta a la numerosa demanda ciudadana dirigida a impedir la apertura de negocios de apuestas cerca de los colegios. No es cosa nuestra, dicen, no podemos hacer nada. Elevaremos la petición a instancias superiores. Y eso es todo. Tampoco percibimos malestar, presión municipal, qué se yo, queridas personas, algo, algo de sangre en las venas.
En fin, por ahí van los tiros. Espero que tal actitud no se convierta en tendencia, porque las cosas tal y como están no conforman un mundo perfecto, y creo que la política está para intentar que así sea: concienciando, luchando, reivindicando.