Los expertos creen que la curva de contagios tocará techo el domingo
En las próximas semanas se espera una bajada del número de casos, aunque la presión hospitalaria tardará más en reducirse
Los datos sobre la evolución de la pandemia que ayer hacía públicos el alcalde, Fulgencio Cerdán, en su caso referidos a Villena, son extrapolables al conjunto de la Comunidad Valenciana.
Al menos, así lo entienden los expertos en salud pública que asesoran a la Generalitat, que destacan que los modelos matemáticos señalan que el pico de crecimiento de la curva de contagios se alcanzará este fin de semana, tras observar que el ritmo de crecimiento de contagios se ha desacelerado en los últimos días.
Por una parte, explican, los contagios provocados durante el periodo festivo de la Navidad ya habrían dado la cara y, por otra, las restricciones aún más duras y, sobre todo, el miedo entre la población, habrían hecho su parte.
“Si no hay sorpresas se cumplirá lo que apuntan los modelos porque el mensaje parece haber calado y hay miedo y preocupación entre la gente”, apunta Salvador Peiró, experto en salud pública, explicando que tras la intensidad de la tercera ola “todo el mundo conoce a alguien que está contagiado, confinado, hospitalizado en situación grave o ha fallecido, y eso tiene un efecto directo en el comportamiento de la población”.
Las dudas vienen, sin embargo, en cómo será la “desescalada” de esta tercera ola, ya que al no existir un confinamiento domiciliario estricto como en la primera, el parón en la expansión del virus no será abrupto. Es decir, que se espera una reducción gradual del número de nuevos casos en lugar de una fuerte caída de los mismos.
Las hospitalizaciones tardarán más en bajar
La reducción en el número de contagios no significará, sin embargo, que la situación en los hospitales vaya a mejorar en los próximos días.
Las epidemias tienen sus propios ritmos y, por la singularidad del tiempo de incubación de la covid-19 y el tiempo que pasa hasta generar complicaciones, los expertos aseguran que aún pasarán “al menos 10 o 12 días” desde que empiecen a bajar los contagios hasta que ese relajo se traduzca en una bajada real de la presión hospitalaria.