Economía

Los jóvenes de Villena invierten sus ahorros de forma diferente a como lo hacían sus padres

Los tiempos cambian. Y con ellos las formas de invertir el dinero ahorrado

Los tiempos cambian. Y con ellos las formas de invertir el dinero ahorrado. Hace unos años, los trabajadores de Villena y alrededores solían colocar su capital en el banco a plazo fijo o en fondos de pensiones. Algunos también probaban suerte en la bolsa, aunque casi siempre a través de gestores, y se hacían con acciones de grandes compañías como Repsol, Fenosa o algunos bancos.

Hoy en día, los adultos jóvenes prefieren gestionar sus ahorros de manera diferente. Ya sea porque tienen otros objetivos, porque las nuevas tecnologías han abierto otros caminos o porque no les gusta hacer las cosas de la forma en que las hacían sus padres.

Gestión propia del capital

A diferencia de generaciones anteriores, los adultos nacidos a partir de los 80 prefieren gestionar ellos mismos su patrimonio. No confían tanto en los bancos como lo hacían sus progenitores ni aceptan los consejos que les dan los comerciales de las entidades, porque han visto de cerca como muchas de ellas actuaban de forma deshonesta hacia sus clientes. Un ejemplo reciente es el escándalo de las preferentes en que se vieron involucradas entidades como Bankia o Caixa Galicia.

Otro motivo por el que los productos de ahorro de los bancos ya no interesan tanto es debido al bajo rendimiento que ofrecen en la actualidad.

Entonces, para manejar sus ahorros y decidir dónde los invierten, es habitual que hagan cursos relacionados con el mundo de la bolsa y lean libros o artículos como los que se publican en https://www.fxforex.com/es/. Algunos siguen los consejos que los influencers del mundo de las finanzas dan en las redes sociales.

Activos con mayor beneficio potencial

Otra gran diferencia está en el tipo de oportunidades que unos y otros seleccionan. Los padres buscaban activos estables que crecían poco a poco de manera sostenida. Dos ejemplos clásicos han sido Coca Cola o el Banco Santander.

En cambio, la generación actual prefiere otros mercados más volátiles. Uno de los ejemplos más obvios son las criptomonedas, donde se han visto revalorizaciones y caídas de hasta el 300%. El motivo está claro: estos últimos ofrecen un mayor beneficio potencial, aunque también entrañan un nivel de riesgo más elevado.

Otras opciones con muchos adeptos son el forex o los mercados de derivados como los CFDs y los futuros. En ellos es posible invertir aportando sólo una garantía, en lugar de desembolsar el monto total de la operación. Esto hace que las ganancias potenciales respecto al capital que se entrega sean mucho más altas que con otras inversiones.


Objetivos más ambiciosos

El objetivo primordial del inversor de hace unos años era conseguir vencer a la inflación, para que el aumento en el coste de la vida no restase valor al capital ahorrado. Si se conseguían ganancias extra sobre esto, ya se consideraba un gran triunfo. La mentalidad era la de invertir en algo estable y relativamente seguro y olvidarse.

Por contra, hoy en día se busca multiplicar el capital en poco tiempo. Algunos inversores particulares incluso sueñan con la idea de convertirse en profesionales del trading y dedicarse a esto a tiempo completo. Para alcanzar ambas metas es necesario hacer operaciones mucho más a menudo y revisar su estado periódicamente.

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