Los últimos días
Tendremos que reconocer, queridas personas, que en esta campaña no podemos quejarnos de las molestias que los partidos políticos han ocasionado en nuestras vidas. Esta ha sido una de las campañas más sosegadas de cuantas he conocido. Como si ya todo estuviera dicho. Y es verdad, pero no más que en otras ocasiones, que todo estaba dicho. Como si no hubiera más que decir. Y es verdad, pero no más que en otras ocasiones, que no había más que decir. Como si la ciudadanía ya contáramos con suficientes argumentos para tomar una decisión antes de ir a las urnas. Y de hecho así es.
De la presidencia de nuestra Comunidad Autónoma sabemos lo suficiente como para hacer oídos sordos y aferrarnos a nuestras convicciones, o como para revolvernos como gatos y gatas para defendernos con uñas y dientes contra quienes han apostado por el circo sin pan, por quienes apuestan por el cinismo antes que por quienes, queriéndolo o no, somos la base a quien representan y defienden y procuran un presente y un futuro. ¡Y que a nadie le falten los tres canales autonómicos!
De las locales poco hay que contar que ustedes no sepan. Que el actual Equipo de Gobierno del PP ha hecho, pese a estar en minoría, lo que le ha venido en gana: con ninguneo y menosprecio del resto de representantes de la ciudad, y con soberbia suficiente para no elaborar presupuestos municipales durante tres años con la excusa de que no serían aprobados en Pleno Municipal. Que al Grupo Verde se le supone un notable incremento de votos, suposición a la que doy autoridad al observar los ataques que han sufrido las últimas semanas desde el Equipo de Gobierno. Que el PSOE parece recomponerse y consolidarse a medida que se acerca el día de los comicios. Que Iniciativa Independiente nos sigue recordando a Antonio Agredas por mucha gente que aparezca en su cartel. Que Villena Centro Democrático presenta un programa de manual que pese a obtener buena nota en un examen no transmite un ápice de realismo. Que Luis Soria y su Participación ciudadana son esos grandes desconocidos tanto para la ciudad como para ellos y ellas mismos/as.
Y yo aquí, aquí sentado, mirando el cielo o a otro lado (en realidad mirando un cuadro que Andre me regaló hace tiempo). Yo aquí, pienso que es difícil que alguien quiera asumir los próximos cuatro años de gobierno en Villena. Porque van a ser cuatro años realmente difíciles. Cuatro años sin presupuesto. Cuatro años para asumir los gastos generados por las inversiones. Cuatro años donde organizar el fondo de armario. Y eso, quizás, no se lo deseo a quienes precisamente saben hacerlo. Ya tenemos los Ferrari, ahora vamos a ver si podemos pagarlos y mantenerlos.