Los viveros de empresas
Acostumbradas como estamos a que este ayuntamiento no haga nada por Villena, a que nos mienta permanentemente con el agua, con el tercer instituto o con las vías, lo del Vivero de Empresas suena a guasa. Como puede verse en este pueblo, no tiene la razón el que más razona, sino el que más chilla. Aunque como se lee en los foros, de este y otros periódicos, también se puede chillar disimulando que se razona.
Pero a lo que iba, que no quiero yo liar más la madeja de lo que ya está. Es que me ha dejado sorprendida que esta misma semana la alcaldesa haya inaugurado un Vivero de Empresas que maldita la gracia y la falta que la hará a este pueblo el dichoso vivero. A fin de cuentas la gente vive y sale de festero haciendo zapatos en sus casas. Por eso no acabo de entender para qué se gasta mi dinero el ayuntamiento en montar cuatro naves para alquilárselas a bajo coste a los empresarios que tengan ideas. Practicando además una competencia desleal a los legítimos propietarios de naves industriales, que ponen a disposición del mercado del alquiler sus legítimas propiedades. Y además en los bajos de las naves montan un banco, una clínica y una oficina de correos. No he visto cosa igual. ¿Para qué hace falta una oficina de correos en el polígono industrial? ¿Es que las aparadoras van a ir a echar las cartas a sus novios, que están en la mili, a esa oficina tan birriosa, teniendo una oficina ni más hermosa en el centro del pueblo? Pues no. Lo que pasa que a esta alcaldesa, por aparentar que hace algo, no se le ha ocurrido otra cosa que montar un vivero de empresas, con una oficina de correos que no servirá para nada y que a los cuatro días estará cerrada. Y el mismo futuro le espera al banco y a la clínica, porque a los trabajadores del polígono, si por desgracia tuvieran algún accidente, no les va a gustar que les curen en esa clínica de chichinabo, querrán que los lleven a un buen centro de salud, o mismamente a Elda. Igual que el banco. ¿Alguien se cree que esa oficina tan pequeña es de fiar? Seguramente no. Porque con lo pequeña que ha quedado lo más probable es que no quepa ni la alarma, y si no cabe la alarma quién se va a fiar de dejar allí sus dineros. Nadie.
En fin, que el ayuntamiento, que debería estar solucionando el principal problema que tiene este pueblo, que no es otro que el agua, se dedica a montar inventos construyendo naves, que seguro ya se las ha alquilado a sus amigos, para que unos cuantos espabilaos montes sus empresas sin coste alguno. Es lo que hay. Mientras otros se baten el cobre viajando de Bruselas a Valencia y de Valencia a Benidorm para que no se saque el agua salada del mar, no sea que se acabe, los políticos de este pueblo no hacen otra cosa que inaugurar inventos para despistar a la gente. Pero eso ya se veía venir. ¿Qué se puede pensar de una alcaldesa que antes de un Pleno ordena amarrar las sillas del salón para coartar la libertad de la gente, que en vez de sentarse como mandan los cánones prefiere hacerlo con el respaldo para adelante?
Pues eso, que si es capaz de hacer esto con las sillas, no nos tiene que extrañar que se haya gastado el dinero de nuestros impuestos en un vivero de empresas, que a mí poco entender no sirve para nada.